1672840509 Tamara Falc y su perdn a igo de mujer empoderada

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Una vez la pruebas, repites. As son las mieles de la infidelidad. No es que exista una ley absoluta en torno a las segundas oportunidades, pero igo Onieva ha sido reincidente y, por lo que nos cuenta la ciencia, tiene muchas papeletas de ser recalcitrante. Es decir, incorregible.

Despus de llorar un mar de lgrimas por el famoso beso en el metaverso, Tamara sali de la casa de su madre con la etiqueta del empoderamiento ocupando el lugar en el que poco antes haba lucido un anillo de diamantes que result embustero. Nerviosa y titubeante, como es ella, pero tajante: «Con los cuernos soy muy cuadriculada», asegur dejando claro que la reconciliacin era imposible. No han pasado ms que unos meses y hay anuncio de reconciliacin.

Cuando la tentacin llama a la puerta

Qu ha pasado? Quiz a la marquesa le falta lectura. Sin nimo de aguarle la fiesta, pero s de ponerle los pies en la tierra, le citaremos un estudio realizado en las universidades de Harvard y Northwestern que concluye que las personas con actitudes poco honestas tropiezan una y otra vez con la misma piedra. Tienden a desarrollar una especie de «amnesia poco tica» con la que justificarn su recada y de paso les servir para evitar cualquier sentimiento de angustia.

De manera que, cuando Onieva sienta de nuevo la tentacin de la carne, habr olvidado aquello que hace solo unas semanas tanto le perturbaba y esa amnesia de la que hablan los investigadores le permitir disfrutar con la conciencia bien relajada. Ni siquiera necesitar una segunda oportunidad para demostrar que es mejor que ayer y que hoy.

Traidores y traiciones

La investigacin tiene ya unos aos, pero pareci hecha como anillo al dedo para esta ocasin. Maryam Kouchaki y Francesca Gino, sus autores, observaron tambin que estas personas son muy hbiles a la hora de juzgar las transgresiones de los dems. Siempre sern bajo su prisma ms deplorables que las suyas. No fue esto mismo lo que pens Onieva al descubrir el acercamiento a Tamara de su amigo Hugo Arvalo?

Ahora que lo de las manchas de carmn en la camisa ha quedado algo desfasado, la marquesa debera hacerse con la tecnologa que usan los cientficos en sus observaciones del cerebro para detectar si la amgdala se le ilumina. De ser as, sera la prueba irrefutable de que le engaa. No obstante, a fuerza de repetir una misma mentira, hasta el cerebro, agotado, terminara por ni siquiera inmutarse. Cuanto ms mentimos, ms aprende esta pequea almendra neuronal a permanecer impasible.

Las excusas del infiel

A Tamara la fe le ha enseado a perdonar, Onieva ha aprendido a no ofender? Quin debera arrodillarse en esta relacin? Dice el dramaturgo Pierre Corneille que quien perdona fcilmente invita a la ofensa. Siempre encontrar un motivo para exculparse: el flirteo de una amiga, el ambiente divertido de un festival, la confusin de la noche, el alcohol o, como sealan los cientficos de Harvard, la oportuna amnesia transitoria. Tampoco habra que descartar que la posibilidad de convertirse en marqus consorte le haya vuelto incorruptible.

igo y Tamara felices, cuando la infidelidad an no haba hecho acto de presencia en su relacin.Gtres

«La infidelidad no es negociable: amor y engao son incompatibles. Perdonar? Depende de la autoestima y si el rencor se resuelve», escribe Walter Riso en su cuenta de Twitter. Este psiclogo, que ha conquistado a millones de personas con sus libros sobre el amor, advierte que confiar la estabilidad de la pareja a los altibajos de los sentimientos es «una locura». La pasin no basta para crear un proyecto de vida estable y tranquilo como ese al que aspira la marquesa de Grin. Riso est convencido de que el infiel tiene altas probabilidades de volver a serlo: «El amor no te blinda y Eros ataca por la espalda».

Mucho trabajo por delante

Por supuesto, las segundas oportunidades son un asunto controvertido, pero muy ntimo. Cada persona decide si ser capaz de reavivar de nuevo el fuego. Tamara seguramente echar mano de sus discursos inspiracionales para trabajar con su pareja la confianza, la sinceridad, el perdn, la esperanza y todos esos valores cristianos que la inspiran. Pero es posible que el patrn de responsabilizarse de la conducta del amado haya quedado obsoleto y sea ms propio de un patriarcado casposo que lleva a la mujer a hacerse cargo de las acciones del varn.

La vuelta a la relacin sin haber dejado ni espacio ni tiempo al duelo la deja en una posicin claramente vulnerable y a l en un pedestal dominante en la relacin. Cuntas veces se habr preguntado ella qu hizo mal para que le fuese infiel o cmo deber actuar para no dejarle marchar?

Las decisiones de Tamara

Antoni Bolinches, otro de los psiclogos con ms aos y libros en teoras sexuales y amorosas, asegura que, cuando ha habido infidelidad, tan malo es asumir riesgos innecesarios volviendo a intimar excesivamente con terceras personas, «como aislarse del mundo con la vana pretensin de evitar cualquier tipo de riesgo o tentacin». Tamara se encontrar ahora en una difcil encrucijada: poner puertas al campo y convertirlo en cercado o concederle licencia para el flirteo.

«La infidelidad -advierte Bolinches- no se evita con control sino con confianza. Primero porque no tiene mrito ser fiel a la fuerza. Segundo, porque el control estimula la infidelidad. En los prximos captulos de este apasionante culebrn que empez con una original joya de triple diamante en lgrima, descubriremos si le quedan an episodios para contar los contratiempos porque el adltero result definitivamente impenitente o nos sorprendern con un estilo de vida modlico.

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