1675846814 Pezones en libertad Bienestar

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El movimiento ‘free nipple’ ha llegado al escenario poltico, convirtindose en asunto de debate nacional. La pregunta es: por qu a estas alturas provoca tanto revuelo llevar o no sujetador?

Llmenme bsica pero llevo una semana dando vueltas a una de las frases (hay varias que me impactaron) que suelta Pamela Anderson en ‘Pamela Anderson, una historia de amor’, la serie que Netflix acaba de estrenar sobre la vigilante de la playa ms famosa de todos los tiempos: «Fueron mis tetas las que tuvieron una carrera, yo simplemente iba en el ‘pack».

No logro quitarme de la cabeza a la que fuera objeto (de carne y hueso) sexual de los aos 90, sin maquillar y ataviada con un ligersimo vestido blanco tras los que se marcan tmidamente sus mticos pezones, recordando aquellos aos en los que se convirti en una de las personas ms famosas del planeta por acreditar, bsicamente, un solo mrito: tener dos pechos enormes (lo cual dice bastante de la escala de valores que se manejaba por aquel entonces).

Tampoco logro borrar de mi mente las nauseabundas preguntas a las que tuvo que enfrentarse en cada una de las entrevistas a las que acudi, formuladas, por cierto, por algunos de los periodistas con ms tirn de la poca, profesionales hechos y derechos que, ante ellas (sus tetas), sacaban a relucir su yo ms baboso.

Confieso que, mientras vea la serie, me debata entre la vergenza ajena y el alivio. Vergenza ajena por comprobar cmo ‘se explotaba’ mediticamente algo tan bsico y tan natural como es tener tetas. Alivio por pensar que todo este circo hoy sera impensable o, al menos, diferente.

Y digo diferente porque, con la imagen an fresca de Pamela recorriendo los plats televisivos para defender los derechos de los animales a golpe de pezn, me encuentro con la polmica aparicin de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, sin sujetador y no puedo dejar de pensar que, quizs, la cosa no ha cambiado tanto.

Me explico (antes de que me empiecen a caer los palos). Aunque creo que sobra decir que, a estas alturas, nadie nos obliga a las mujeres a llevar sujetador (otra cosa es que, por lo menos a m, me parezca absolutamente imprescindible para momentos tan cotidianos como el de correr porque se escapa el autobs o hacer deporte), me alucina que aparecer sin l cause tanto revuelo y se convierta en un asunto de Estado, sobre todo, con la que tenemos encima (creo que no es necesario entrar en detalles).

Porque, ms all de la ‘etiqueta’ y de las recomendaciones de los especialistas en el asunto (que apuntan a la conveniencia de utilizar sostn durante la prctica deportiva, especialmente, si la actividad implica impacto, y a la necesidad de hacerlo en el caso de una ciruga de la zona, por citar dos ejemplos), el tema de usar sujetador o no debera de ser una opcin personal.

El problema, me temo, es que ese ‘free the nipple’ (libera el pezn) que proclama la activista y cineasta Lina Esco y que aboga por un tratamiento igualitario entre los pezones masculinos y femeninos queda ‘muy pintn’ en las pasarelas y las alfombras rojas pero todava llama la atencin bastante (aunque nos cueste reconocerlo) sobre el asfalto de la calle o las moquetas de nuestras oficinas, especialmente, a los ms mayorcitos porque los jvenes, al igual que ocurre con otros asuntos similares, tienen este tema bastante ms normalizado.

Puede que el hecho de que una ministra libere sus pezones sirva para que, poco a poco, vayamos viendo como natural algo que, de hecho, no puede serlo ms. Puede que si cambiramos la forma de mirar, lo viramos de otra forma (sin tanto morbo) y eso, seguramente, le vendra bastante bien a las nuevas generaciones. Y con esto no hablo de concebir el uso del sujetador como un acto de violencia (ni de recurrir a la demagogia barata), sino el de contemplar, de una vez por todas, el pecho femenino de otra manera.

Est claro que la hipersexualizada liberacin de pezones que encarnaba la vigilante de la playa y la de la ministra no tienen nada qu ver. All cada una con sus motivaciones, gustos o sensaciones. Pero, a m, lo que me sigue llamando la atencin es que, a estas alturas, unas tetas se conviertan en asunto de debate nacional. No s si me he explicado…

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por admin

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