1671493511 Pdel Por un 2023 de concordia en el pdel

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Se acaba la temporada 2022. Un ao histrico para el pdel, que crece a pasos agigantados pero que en los ltimos tiempos ha visto cmo el tapete azul ha quedado empaado por un ruido ensordecedor que ha tenido a todos pendientes de comunicados, contratos o declaraciones que, en mi humilde opinin, han hecho un flaco favor al desarrollo del deporte que tanta gente ama.

Vaya por delante que mi objetivo en estas lneas est muy lejos de repartir razones o culpas a unos y a otros. Al contrario. Todos todos involucrados tienen (y hasta tenemos, incluyendo a la prensa) su parte de razn y culpa de que este panorama de desgaste haya llegado hasta unos lmites nunca antes vistos. Porque el pdel dej el chupete atrs, ya anda y habla, pero todava no es adulto, y es responsabilidad de toda la familia darse la mano y unirse para ayudarle a tomar buenas decisiones y que tenga una vida larga y plena.

Repito, ni World Padel Tour, ni Premier Padel, ni los jugadores, ni las jugadoras tienen la culpa de esto. Y todos la tienen al mismo tiempo. Pero esta guerra -as la defino porque creo que es lo ms acertado-, por el hecho de ser precisamente una guerra, dejar a todos los frentes tocados y, en definitiva, todos acabarn perdiendo algo si no son capaces de dejar las armas guardadas y se sientan a dialogar.

Porque la palabra es el arma ms poderosa de todas, para bien y para mal, y en tiempos en los que no est de moda agachar un poco las orejas, tragarse el orgullo y escuchar al prjimo, el pdel tiene una oportunidad de oro para dar un ejemplo mundial. Igual soy un romntico, pero yo s veo posible que los que han hecho tanto por el pdel en los ltimos 10 aos, los que acaban de llegar con ganas de darle otro empujn ms grande y los actores y actrices que participan puedan entenderse.

Si lo hacen, este fenmeno imparable har que miles y miles de personas sigan sumndose a la lista de enamorados y revienten las gradas del Palau Sant Jordi, del Wizink Center, de la Caja Mgica, del Foro Itlico de Roma, de la Plaza Mayor de Valladolid o de la Philippe-Chatrier de Roland Garros. Porque si algo engancha de este deporte es que todos y todas, independientemente de su edad, nacionalidad o genro, es que todos pueden disfrutarlo.

As que, por favor, a todos los que corresponda: cuiden el pdel, dejen a un lado sus diferencias, discutan si es necesario, pero busquen ese punto intermedio que estoy (estamos) seguro de que existe. Si lo logran, mantendrn con vida a un gigante que seguir traspasando fronteras.

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