En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre El Gobierno carga contra los jueces conservadores por «detener la accin legislativa de los
representantes legtimos del pueblo». Puede encontrar detalles sobre El Gobierno carga contra los jueces conservadores por «detener la accin legislativa de los
representantes legtimos del pueblo» en nuestro artículo.
El PSOE y las Cortes desoyen el envite de Unidas Podemos de desobedecer al Tribunal Constitucional
En La Moncloa han sido horas de nervios y preocupacin. Que se incrementaron y dispararon por momentos, cuando se constataba que la situacin no estaba controlada. Estaba perdida. En esta crisis sin precedentes, como se reconoce en el seno de la coalicin, en La Moncloa, la semana pasada daban por sentado que el recurso del PP ante el Tribunal Constitucional no tiene ningn recorrido. Conviccin o deseo, lo cierto es que la reforma judicial de La Moncloa sufre un duro revs y abre un escenario imprevisible, como se admite. El Ejecutivo acata la resolucin pero prosigue en el choque: No compartamos ni el inslito procedimiento, ni el fondo de la decisin, nunca antes visto en las Cortes Generales.
Fue Flix Bolaos, ministro de la Presidencia, arquitecto y responsable de esta reforma legal ahora puesta en solfa -no es el primer varapalo del Constitucional que sufre, tambin tumb los estados de alarma-, quien dej plasmado el malestar del Gobierno con una decisin que sorprendi y que no esperaban. El TC ha detenido la accin legislativa de los representantes legtimos del pueblo espaol, algo que nunca haba sucedido en 44 aos y que afecta a la separacin de poderes.
El tono serio, casi fnebre de Bolaos, denot la gravedad de la situacin, la crisis en ciernes. Las declaraciones de miembros del Gobierno de las ltimas horas, poniendo el foco en los magistrados del Tribunal Constitucional, denotaba que la alarma estaba activada. Haba intranquilidad manifiesta, no ya slo por el posible varapalo, sino por sus consecuencias inimaginables.
Un sentimiento de enfado, malestar, recorri ayer por la noche Ferraz, sede nacional del PSOE, y el Gobierno. Jueces impidiendo votar a los representantes de los ciudadanos, clamaban cargos de la cpula. Enfado, malestar… Abuso, disparate, atropello, grave, inaudito, eran otras palabra repetidas entre los socialistas. Haba quienes llamaban a salir a defender la democracia. Muchos aludan a que esta situacin explicaba, entre otras cosas, por qu el PP mantiene bloqueada desde hace cuatro aos la renovacin del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Constitucional, rganos donde an cuenta con mayora conservadora.
En una lnea similar, Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, al que la decisin del TC le pill en directo en RNE calific la decisin de golpe consumado. La derecha poltica, meditica y judicial consuma un golpe sin precedentes a la democracia. Toca demostrar que los demcratas somos ms, ahond la ministra Ione Belarra.
La tesis de La Moncloa es que la ley no confiere al Constitucional la posibilidad de paralizar la actuacin de las Cortes Generales, que esa facultad se derog en 1985 para evitar lo que ocurri ayer. El PP quiere controlar el Parlamento cuando es mayora y cuando no lo es. Con sus recursos, quiere decidir qu se aprueba y qu no se aprueba. Hoy se ha abierto esa puerta y no sabemos a dnde nos conducir, fue el intento de Bolaos de situar la pelota de juego en la crtica y censura al bloqueo que ha ejercido el PP en la renovacin del Poder Judicial durante cuatro aos.
Lo que se est dirimiendo no es una cuestin de ley sino la propia legitimidad y capacidad de reputacin que pueda tener este rgano, fue el claro mensaje que lanz horas antes de la decisin del TC Mara Jess Montero, ministra de Hacienda y nmero dos del PSOE, que anticip que poda abrirse una crisis de difcil solucin. Aviso claro y directo con receptores inequvocos. Presin, que se demostr intil.
Confo en que el Tribunal Constitucional adopte una decisin justa y con arreglo a la ley; Tome una decisin ajustada en Derecho y fundamentada en los pilares de la democracia; Nunca se haba producido un intento de atropello tan importante en la sede de la soberana popular… fueron slo algunos de los mensajes vertidos por ministros en las ltimas horas con unos destinatarios claros: los magistrados del TC.
Tanto el Congreso como el Senado anticiparon que acatarn la decisin del Constitucional, haciendo as tambin odos sordos al planteamiento de desobediencia que alentaba Unidas Podemos. Las dos Cmaras estudiarn las vas para defender su autonoma, que ven invadida. Ander Gil, presidente del Senado, fue ms combativo pese a su rol institucional y denunci que lo decidido deja comprometida la inviolabilidad de las Cortes. Asimismo, expuso y que la utilizacin tacticista que se est haciendo del TC desnaturaliza su funcin y perjudica su posicin y que se est dando un paso de difcil retorno en la degradacin de nuestro sistema democrtico.
Desde el Congreso, su presidenta, Meritxell Batet, mostr su honda preocupacin porque considera que la decisin del TC afecta al funcionamiento del poder legislativo y al ejercicio de sus facultades constitucionales. A su juicio, abre la puerta a que un solo diputado pueda paralizar un procedimiento en marcha mediante un recurso de amparo. El Congreso acatar la decisin del tribunal pero espera ser odo para defender sus funciones.
En La Moncloa hay malestar con el PP, es algo pblico y notorio, y tambin con los magistrados conservadores, a los que se acusa, al menos se desliza, que actan de forma orquestada, sincronizada con el PP. En base a esta connivencia explican el hecho de que Feijo reitere que est dispuesto a llegar donde haga falta porque, consideran, aprovecha las mayoras actuales derivadas de la poca de la mayora de PP.
Aunque ayer por la noche en La Moncloa evitaban aclarar posibles escenarios ante un revs del Constitucional, una de las vas ms plausibles es que el Gobierno prosiga en su intento de designar a sus dos magistrados en el TC -el ex ministro Campo y una ex alto cargo de Moncloa- y lo haga a travs de una proposicin de ley que presenten PSOE y Unidas Podemos en el Congreso, mediante un trmite exprs de apenas un par de semanas. Sera calcar el proceso seguido para derogar el delito de sedicin y reformar la malversacin. Mayora tiene para ello, pero prefiri otra va polmica.
Conforme a los criterios de
Saber más