1675397424 No nos salen las cuentas

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Este 2023, entró en España el nuevo método de cotizaciones para los trabajadores autónomos, apodado por el propio José Luis Escrivá, ministro portador, entre otras, de la cartera de la Seguridad Social, como “un sistema de cotización por ingresos reales”; aunque, todo sea dicho, la medida no ha sido demasiado bien acogida por los autónomos cuando este 31 de enero amanecieron con la domiciliación de esta nueva cuota. 

Esta nueva forma de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, si bien empezó a funcionar el primer día del año, ha acaparado la atención durante estas últimas jornadas de enero, cuando los trabajadores por cuenta propia han recibido los primeros cargos en sus cuentas bancarias.

En un principio, según siempre el propio Escrivá, el nuevo sistema de tramos está diseñado para que, de forma progresiva durante los próximos años, los autónomos con menos ingresos vayan pagando cada vez menos. Sin embargo, esto no se ajusta exactamente a la realidad.

Aunque el mínimo de la famosa cuota ha bajado respecto al del 2022 de 294 euros a 230 (esto lo pagarán aquellos con ingresos inferiores a 600 euros), el nuevo sistema de pago por tramos hará que la cuota aumente a aquellos cuyos ingresos sean superiores a los 1.500.

La medida, en general, ha sido acogida de todas las formas posibles. En las redes sociales, los trabajadores autoempleados han ido mostrando su disgusto, los más, y su aceptación, los menos, a este incremento –o disminución– de la cuota. Lo que le ha gustado a mucha menos gente, sin embargo, es la nueva forma de calcular la cantidad del impuesto a pagar.


Un trabajador autónomo, en imagen de archivo.

EFE

La nueva normativa recoge que, para realizar el cálculo de la cuota a abonar mes a mes, los autónomos deberán realizar una previsión de los ingresos anuales a través de un simulador de la Tesorería General de la Seguridad Social. Es decir, al inicio del año, deberán hacer una previsión para calcular cuáles serán sus ingresos durante este año y pagar mes a mes en consecuencia.

Sin embargo, ¿qué opinan estos 3.329.863 trabajadores, según cifras de la Seguridad Social, de este nuevo sistema? ¿Están realmente de acuerdo con la nueva cotización por tramos? EL ESPAÑOL ha estado charlando con Nerea, Galo y Carlos, tres de ellos, para que cuenten su opinión al respecto:

Nerea

“Bueno, yo soy autónoma difusa, hago un poco de todo”, asegura, vía conversación telefónica, Nerea Azkona, una trabajadora por cuenta propia de Bilbao que lleva casi tres años currando de esta forma: “Me hice autónoma diez días antes de que empezara la pandemia”, dice entre risas. Ahora, ha pasado de pagar 293,95 euros de cuota a pagar 299,71 euros. 

“De todas las opciones que tenían para reformar el sistema, yo creo que han elegido la peor. Han elegido la violenta”, bromea. “Yo creo que habría que reformar todo el sistema, pues, en general, el tema está muy mal planteado. Imagino que el nuevo sistema para calcular la cuota funcionará en algún sector, pero no el mío no. Yo no puedo hacer predicciones de lo que voy a ganar en un año, es ciencia ficción”.

Nerea, que además de escritora es antropóloga, se encarga de realizar trabajos y proyectos de investigación y consultoría relacionados con mujeres y violencia: “Al final, yo vivo de los proyectos que van saliendo, entonces es imposible calcular exactamente cuánto voy a ganar”.

“Por ejemplo, usualmente suelo facturar más al final de año, que es cuando terminan de ajustarse los presupuestos de las empresas y la Administración, pero no sé cuántos proyectos me van a salir. El nuevo sistema es irreal, no se ajusta a lo que pasa. Lo habrá hecho un técnico que llevará diez años trabajando como funcionario y no sabe cómo funcionan las cosas de verdad”.

Carlos

“Pues me han subido la cuota de 377 euros a 418”, inicia contundente la conversación Carlos Paredes, autónomo societario y gestor, junto a su socio, de Redenet IPM, una pequeña empresa de servicios de informática.

Carlos es copropietario de una PYME, una de esas pequeñas sociedades con pocos o ningún trabajador que forman la mayor parte del tejido empresarial español: “La subida de autónomos es un gran problema para la mayoría de las empresas, pues, por falta de poder de mercado, no podemos repercutir la subida a nuestros clientes”.

Carlos.

“La mayoría de empresarios de este país vivimos en un piso, está muy distorsionada la idea del chalé”, asegura. “En España, solo el 1% de las empresas tienen más de 250 trabajadores”.

La empresa de Carlos, Redenet IPM, que funciona hace trabajos asistenciales y de mantenimientos para otros autónomos y pequeñas compañías, se encuentra en la gran encrucijada del sector servicios: “Además del incremento del tema de autónomos, tenemos el problema del IPC. Al final, nosotros debemos actualizar el precio, pero no podemos porque perdemos clientes”.

“Si, por ejemplo, a un constructor de ventanas le suben el precio de las materias primas, él puede hacer nuevos presupuestos más altos para compensar; pero nosotros, al dar un servicio, no podemos subirle el precio a los clientes. Esto también les pasa a otras empresas tipo gestorías, academias, gimnasios y demás”, añade.

“Las subidas de impuestos, en general, son un problema para las personas autoempleadas y las microempresas, sobre todo, cuando el mercado está muy tensionado. Que no salen las cuentas, vamos”.

Galo

“Uf, yo tengo una persona como asesora para que me lleve estas cosas, porque si lo tuviera que hacer yo todo, no tendría tiempo para trabajar”, asegura Galo Martín, un periodista y redactor autónomo de 42 años que, además de colaborar con diferentes medios, realiza encargos para editoriales especializadas en guías de viaje. Ahora, ha pasado de pagar 298 euros a 325 euros. 

“No sé si habrá una rebaja, pero yo voy a seguir pagando una cuota muy elevada. Si eres autónomo y ganas mucho dinero, la cuota está bien; pero si facturas mil euros, que te quiten 300 es muchísimo”.

“Yo creo que, en general, en España hay mucho desconocimiento hacia los autónomos”, continúa. “Por ejemplo, Buenafuente seguro que es autónomo, pero él no ingresará lo mismo que un pescadero”.

Galo, que en su caso ya ha preparado lo que prevé que va a facturar en 2023, asegura que esta forma de calcular la cuota no se ajusta a la realidad, menos aún, después de la pandemia: “Se supone que tú haces un cálculo así basándote en lo que ingresaste otros años anteriores, ¿no? Pero, ¿en qué año me baso? ¿en 2020, el de la pandemia? ¿en 2019, antes de que empezara todo? ¿en el año pasado, que hubo recuperación, pero no se llegó a lo de 2019? Es muy complicado calcular”.

Este redactor, que lleva casi 13 años trabajando por cuenta propia, cree que “en España nunca se han hecho políticas que favorezcan a los autónomos. Y somos muchos más de lo que realmente se piensa”.

por admin

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