Caos para renovar el DNI: un fallo informtico deja tirados a 50.000 ciudadanos «cada dos o tres das»

Los sindicatos denuncian falta de transparencia en unas ‘cadas’ que se dan cada semana y afectan a la expedicin de documentos en toda Espaa

Desde el mes de diciembre se repite la misma escena en comisaras de toda Espaa: una persona acude con cita a renovarse el DNI y se encuentra con que el sistema est cado y no puede hacerlo. Con suerte, vuelve a la vida pasadas unas horas; si no la hay, tocar reagendar el trmite. Pero nada garantiza que en esa nueva fecha todo funcione correctamente, ya que, segn denuncian los sindicatos CSIF, UGT y CCOO, este problema se da varias veces a la semana desde diciembre. Y cuando ocurre afecta simultneamente a todos los puntos del pas, lo que, aseguran, ha convertido el proceso de conseguir un nuevo documento en una «agona».

Javier Cruz, delegado de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y funcionario en el equipo de expedicin de DNI, explica a EL MUNDO que la propia Polica cree que el fallo parece venir de la instalacin de unos nuevos TPV, los datfonos que desde hace unos meses permiten pagar estas gestiones con tarjeta. De todos modos, son conjeturas, ya que, de momento, los trabajadores tienen casi tantas dudas como los ciudadanos.

«Son fallos continuos, constantes, en los que tampoco se da informacin a los empleados y empleadas pblicas para que puedan informar a la ciudadana», lamenta Cruz. «Vas a trabajar por la maana y no sabes si vas a poder trabajar o no«, ilustra antes de compartir que el mismo jueves «fall durante varias horas». Cuando esto ocurre, tratan de dar otra cita al afectado, pero «le reubicas a ciegas porque no sabes si ese da va a funcionar la aplicacin».

As, en los ltimos dos meses se dan estos «cortes sistemticos» en la aplicacin de expedicin del DNI y el pasaporte. «Cuando el sistema falla, lo hace a nivel nacional», recuerda el sindicalista. Esto ya sera de por s un problema, pero choca especialmente con las caractersticas del trmite, que es al mismo tiempo algo obligatorio -la responsabilidad de tener la documentacin en regla recae en el ciudadano, no en la Administracin- y un proceso, en teora, sencillo. «Es un autntico desastre: se le tiene que dar un servicio a la ciudadana, que cree que va a tardar 10 minutos», se queja Cruz. Adems, supone un coste «humano, personal y econmico». Aunque el problema es global, las consecuencias s se notan ms en los lugares donde hay ms carga de trabajo: «Si tienes a alguien a las 12 de la maana no le puedes atender a las 14:00 porque tengas que atender a los del da anterior; lo primero que te dicen es que eso no es su problema«.

Cruz sospecha que el problema informtico es consecuencia del proceso de adquisicin e instalacin de estos TPV. Primero se compran y despus se empiezan a incorporar de forma gradual. «Ha pasado muchas veces», ilustra. «Y resulta que despus son incompatibles con la aplicacin y tienen que estar parcheando». En su opinin, esto se evitara, sencillamente, si se hiciesen pruebas antes de realizar estos cambios. «Si esto pasase en una empresa privada ya le habran cortado la cabeza a alguien«.

Segn sus clculos, cada vez que hay una de estas cadas -tienen lugar «cada dos o tres das»-, unas 50.000 personas se ven afectadas en todo el pas. No es una cifra exacta porque depende del momento del da en el que tenga lugar el problema y del volumen de citas que haya para ese da concreto, pero s una estimacin que permite hacerse una idea del alcance de un problema que para Cruz es inexplicable. «Si una cosa funciona durante dos das y al tercero no funciona es que alguien no est haciendo los deberes».

A esto hay que unir otra denuncia que hacen los sindicatos, que es la falta de personal. Ya en verano del ao pasado calculaban que faltaban por cubrir unos 2.500 puestos vacantes de personal no policial en las oficinas de documentacin de espaoles y desde entonces, apunta Cruz, se han perdido otros 300 trabajadores, «la mayora, de expedicin de DNI».

Todo esto hace que el da a da en los centros de expedicin sea complejo. La gente, especialmente quienes repiten visita, est tensa y son frecuentes las esperas. Si hay una cada y todo vuelve a la normalidad, los funcionarios tratan de completar el trmite, pero nadie sabe si va a poder ser as. «No puedes tener a la gente sentada tres horas en una silla», argumenta el funcionario, pero tampoco pueden decirles que vuelvan en otro momento porque no saben cul es ese momento. Tambin se pone del otro lado y recuerda que ese tiempo que se saca para renovar el DNI muchas veces se estara empleando en trabajar, cuidar mayores o ancianos o hacer labores del hogar. Con todo, desde los sindicatos, que esperan una solucin rpida, se conformaran en cierto modo con saber exactamente qu pasa para poder trasladrselo a los ciudadanos. As, considera Cruz, «podemos hacer el trmite ms llevadero».