1673424319 Series en Netflix Alice in Borderland un mundo ruin

En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Series en Netflix | ‘Alice in Borderland’, un mundo ruin, ¿una ilusión macabra?. Puede encontrar detalles sobre Series en Netflix | ‘Alice in Borderland’, un mundo ruin, ¿una ilusión macabra? en nuestro artículo.

Un fotograma de la segunda temporada de ‘Alice in Borderland’.

En su segunda temporada la serie de Netflix continúa la lucha por la supervivencia en un mundo apocalíptico donde se suceden los juegos mortales, cada vez más ingeniosos y retorcidos. El lado más oscuro del alma humana sigue aflorando con tal de salvar el pellejo

Borja Crespo

No se sabe si están muertos, consumiéndose en un purgatorio pagando por sus pecados, o han sido secuestrados por unos extraterrestres. Quizás su existencia sea fruto de la imaginación de un Game Master megalómano, de un Dios caprichoso o de un aburrido ente omnipotente. Lo cierto es que los protagonistas de ‘Alice in Bordeland’, serie descubierta por muchos espectadores gracias al éxito desmesurado de ‘El juego del calamar’, aunque llegó un año antes al menú de Netflix, siguen luchando por su supervivencia enfrentándose a torneos mortales en una segunda temporada recién estrenada en la plataforma. Ambas propuestas tienen puntos en común, con su propia identidad. No son el colmo de la originalidad, pero su fórmula competitiva funciona con una eficacia incontestable que ha calado en el gran público.

Recordemos que esta adaptación de las viñetas del mangaka Haro Aso explota el concepto de escape room, una forma de ocio colectiva en plena expansión tras la pandemia, aunque parecía que perdía fuelle. La película de culto ‘Battle Royale’ también es una referencia inevitable, así como la señera ‘Cube’ y las primeras entregas de ‘Saw’, por no hablar de ‘Perseguido’, aquel delirio ochentero con Arnold Schwarzenegger, y otros títulos orientales, en papel o imagen real, como la saga ‘Gantz’. Shinsuke Sato (‘Kingdom’, ‘I am a Hero’) retoma su labor de dirección con otro jugoso lote de ocho episodios que recuperan las proezas de un grupo de seres humanos al borde de un ataque de nervios, desesperados y confusos, que se ven implicados de la noche a la mañana en una sucesión de grotescos juegos de supervivencia en una ciudad de Tokyo fantasmagórica. Quien pierde, muere. Quien gana, ¿volverá al mundo real? Responder a esta cuestión es el motor de una continuación más intensa que su predecesora, con algún altibajo en el ritmo y una clara mejoría en el planteamiento de las pruebas entre la vida y la muerte, partidas letales donde la maña y la fuerza son fundamentales.

Ya presentados los concursantes principales y sus relaciones, con alguna nueva incorporación -maravilloso Kyuma, el jugador que camina desnudo-, la nueva sesión de ‘Alice in Borderland’ comienza fuerte, con un primer episodio que se ríe del cine actual de acción -y otras series como ‘La lista final’-, ofreciendo un espectáculo adrenalítico extremo, repleto de muertes a escala industrial. La masacre en las calles de la capital de Japón inicia su retorno pisando el acelerador, con el icónico cruce de Shibuya como escenario. Hay un resumen integrado en la trama, cuando echa a andar, para calmar a la audiencia despistada, resituando al espectador con tacto antes de pasar al siguiente nivel. Ya sentimos empatía por los personajes, los conocemos, con lo cual solo queda ver cómo evolucionan y cómo superan las nuevas penurias, léase partidas. El juego sigue, los retos brutales no cesan, y volver o no volver a la vida anterior es el quid de la cuestión. Hay quien no tiene claro si quiere salir de la espiral de non sense. Su existencia tampoco era un camino de rosas, con lo cual el sentimiento de comunidad, ayudar a los demás, el amor y la amistad, cobran especial interés en una temporada que mantiene su capacidad de enganchar y no se corta a la hora de salpicar con sangre la pantalla.

‘Alice in Borderland’ sigue siendo adictiva, aunque pega un bajón notable en la quinta entrega de la última temporada, contaminando también el sexto capítulo. Los protagonistas se dividen, alguno se pierde, y la prueba que plantean no está a la altura de las demás, pero en su recta final la serie retoma el rumbo con energía, explotando, eso sí, un recurso que cada vez choca más: salvar el pellejo de algunos personajes sin demasiado fundamento, incluso resucitarlos. Sato, reconocido cineasta de género -suya es ‘Inuyashiki’, protagonizada por un hombre de edad sumido en la mediocridad que se convierte en un robot asesino tras un curioso incidente-, sigue fiel a su buen hacer, convenciendo tras las cámaras sin efectismos baratos. Las escenas donde fluyen los sentimientos, las de transición entre juego y juego, rayan lo hortera en algún momento y suponen un lastre para el conjunto cuando toca mantener la tensión. La serie no deja de ser un videojuego en el cual hay que ir superando pantallas, en una distopía inquietante cuya conclusión definitiva se antoja complicada, aunque siempre quedará el comodín de las realidades paralelas y el legado de ‘Lost’. El multiverso está de moda. Las pistas del clímax de esta segunda temporada siembran una mayor incertidumbre. Quedan muchos huecos para las sorpresas.

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *