1672713612 Sainz resiste y Barreda se crece entre las rocas del

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Carlos Sainz, durante la segunda etapa del Dakar. / EP

Segunda etapa

El madrileño mantiene el liderato con Al-Attiyah al acecho en coches y el valenciano, pese a una lesión, se asoma al podio de motos

Aunque el Dakar no tenía previsto empezar la criba tan pronto, las difíciles pistas pedregosas de la segunda etapa casi provocan la primera gran masacre entre los competidores, tanto por el terreno como por la longitud de la misma. Afortunadamente para los intereses españoles, no se dio nada mal.

Fue una jornada compleja porque empezó a aparecer la navegación. Los 430 kilómetros de especial obligaron a los competidores a lucirse sobre terrenos duros de tierra y piedras, y alguna zona esporádica de dunas, entre el Sea Camp y Alula. La marcha del campamento inicial de este Dakar se cobró sus primeras víctimas.

En motos llegó pronto una de ellas. Ricky Brabec, que partía al frente, se dejaba más de 20 minutos en el primer punto de repostaje a mitad de la zona cronometrada, lo que dio alas a un Daniel Sanders que se acabó disputando la etapa con Mason Klein, dispuesto a volver a ser una de las revelaciones del raid tras su gran actuación en 2022 y le acabó superando en meta. Aunque Brabec salvó los muebles con bastante buen hacer, ya que apenas cedió tres minutos y medio al final (Klein fue penalizado con dos minutos en meta), perdió el liderato.

Joan Barreda se llevó un buen susto, pero seguirá en carrera. Tras ser uno de los penalizados por exceso de velocidad en la jornada anterior (hubo tal escabechina que algunos competidores se enteraron el mismo lunes por la mañana), sigue con paso firme y seguro. El valenciano, que compite con una estructura semiprivada de Honda, entró a dos minutos y medio y ya se ha colado en los puestos del podio de la general. Aunque queda muchísimo de Dakar aún, afronta la siguiente jornada con optimismo y la cierta ventaja que le da no abrir pista, algo que es crítico en esta primera semana. No es casual que Sanders frenara en los últimos kilómetros del día: la estrategia juega un papel crítico en estos compases.

Bang Bang salvó los muebles de manera más que óptima pese a un golpe en el dedo gordo del pie del cambio, hasta el punto de que le durmió la pierna. «Tenía que mirar a ver si estaba», bromeó a su llegada al vivac. Aún así, más contento: tercero en la general y sin abrir pista para este martes, a pesar de una fractura en la falange distal del dedo gordo del pie izquierdo, que tendrá que protegerse para el resto del raid.

Sainz no cede, Loeb sí

Nasser Al-Attiyah se llevó su primera victoria en este raid en una jornada muy dura, demostrando que cuando tiene que atacar, lo hace. Otro asunto es que normalmente no quiera, porque es más fácil esperar los fallos o problemas ajenos.

Es lo que le ocurrió a Sebastien Loeb. El francés, que había comenzado muy fuerte, se dejó más de una hora por una avería y tres pinchazos que le obligaron a esperar a las asistencias hasta que pudo continuar. El nonacampeón del mundo de rallies no ha perdido aún las esperanzas, dado que quedan trece días de competición por delante, pero se le complica mucho la candidatura si no fallan los de arriba. No fue el único: el mismísimo Stéphane Peterhansel perdió más de media hora por dos pinchazos en el inicio de la etapa y tuvo que ir con extremo cuidado para no ceder más. Gestionar es tan o más importante que ir rápido, máxime cuando parece que el Dakar se decidirá entre dos.

Y es que tanto Al-Attiyah como Carlos Sainz siguen muy fuertes. El Matador sufrió mucho en una jornada en la que su hijo, el piloto de Fórmula 1, ejerció de vigía en algunas zonas de la etapa. Tanto, que en un punto se acercó a la trazada para avisarle de que aminorara en una zona de piedras, so riesgo de llevarse por delante una que podría haberle provocado un serio percance.

«Hemos pinchado una vez y, como ayer, tratamos de ir con cuidado para no pinchar una segunda porque si te vas quedando sin ruedas… se pasa mal. Se ha hecho interminable, ha sido dura, larga y requería mucha concentración para no romper los neumáticos», analizaba el aún líder de la clasificación general, que le valió con acabar tercero tras Al-Attiyah y el neerlandés Erik Van Loon, que se lo dejó todo en la zona final de la jornada. Sainz ahora tiene 2:32 sobre el catarí y más de 20 minutos sobre el siguiente en la clasificación, Mathieu Serradori.

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