Rescates ‘milagro’ tras el terremoto de Turqua y Siria que deja ms de 21.000 muertos: «Nunca he visto algo as»

Ms de 100.000 miembros de equipos de salvamento y del ejrcito estn desplegados en la bsqueda de supervivientes, pero el tiempo se agota.

• ltima hora Terremoto en Turqua y Siria en directo

Sude Yetmis es enfermera en el hospital pblico en Pazarcik, en Kahramanmaras, una de las zonas ms afectadas por los terremotos. «Tena guardia de noche y reaccionamos rpido», rememora. «No damos abasto. Desde el lunes he estado atendiendo a gente. Al inicio, montamos una pequea clnica con una tienda de campaa. El martes se nos terminaron algunas medicinas pero hemos improvisado para desinfectar heridas, para paliar el dolor de los pacientes. El fro no ayuda tampoco. Nos llegaron tambin casos de hipotermia», explica.

La escasez de medicinas y equipos, el hambre, el fro y la desesperacin empiezan a hacer mella en el noreste de Turqua y el sureste de Siria tras los sesmos. Las vctimas mortales sobrepasan ya los 21.000 en ambos pases. En Turqua la prdida de vidas humanas supera al ltimo gran terremoto que sufri el pas, en 1999, con ms de 17.000 fallecidos. Cientos de miles de personas se han quedado sin hogar, a la intemperie, en medio de las bajas temperaturas de este invierno. Segn las autoridades turcas, 13,5 millones de personas se han visto afectadas por la catstrofe en un rea que se extiende a 450 kilmetros a la redonda, desde Adana (en el oeste) a Diyarbakir (en el este). En Siria, se cuentan vctimas hasta a 250 kilmetros de distancia del epicentro. Globalmente, los afectados ascienden a 23 millones, segn la OMS.

El tiempo transcurrido, sumado a las glidas temperaturas que sufre la regin, convierten los rescates en algo cercano al milagro, como el de una madre de 32 aos y su hijo de 10, rescatados con vida en Diyarbakir, ms de 100 horas despus de que la casa se derrumbara por el sesmo; o el de la joven turca Melda Adtas, encontrada viva 80 horas despus del temblor, en un pozo profundo bajo un edificio en la ciudad de Antakya. Gracias al aviso de los vecinos que escucharon su dbil voz, pudo ser hallada y salvada

Las zonas no daadas de Turqua se han volcado con los damnificados y estn donando ropa de abrigo y bombonas de gas para hacer lumbre. De Esmirna han salido varios autobuses con cientos de heridos para ser trasladados a otras provincias. Los trabajos de rescate se complican a medida que se aleja el lmite vital de 72 horas. Ms de 100.000 miembros de equipos de salvamento y del ejrcito estn desplegados a la bsqueda de supervivientes.

Panagiotis, de 36 aos, es miembro del equipo de rescate enviado por Grecia a Hatay. El nivel de devastacin le ha impresionado: «Nunca he visto algo as. En la ciudad donde nos encontramos no queda nada en pie». Aun as, no se rinden en esta lucha frentica por la vida: «La coordinacin es buena, tenemos traductores, sensores de calor, mquinas. El trabajo es lento pero hemos conseguido sacar a varias personas con vida, entre ellos nios. Tenemos equipo para varios das».

Mientras llegan ms recursos y refuerzos, Kutay Hakan, voluntario de rescate en Hatay, una de las zonas ms afectadas por la ira de la naturaleza, trabaja sin descanso en el barrio de rgen Pasa. «El trabajo es muy lento y no tenemos medios. En algunas zonas no ha venido nadie de rescate, no hay mquinas para sacar los escombros. Pedimos ayuda pero no ha venido nadie», lamenta. «Hoy hemos construido diez vteres porttiles porque la gente no tiene dnde ir al bao. No hay edificios en pie. Entre escombros, la gente ha colocado a familiares fallecidos que an no se han llevado. Hay materiales que se necesitan que no han llegado an. Es un horror», describe Hakan la situacin.

El descontento crece entre la poblacin por la precaria respuesta de las autoridades y la falta de preparacin en un pas asentado en una zona de alta actividad ssmica. Ante las crticas, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, admiti «deficiencias».