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La Cámara catalana celebra su 90º cumpleaños
Seis años llevaba Jordi Pujol sin pisar el Parlament. El expresidente de la Generalitat, recuperado ya del ictus que sufrió semanas atrás, ha regresado este martes a la Cámara catalana. Con 92 años y sentado en la tribuna de invitados, ha participado en la conmemoración del 90º aniversario del nacimiento del Parlamento catalán, en 1932, en la Segunda República Española y presidido entonces por Lluís Companys y con la asistencia del presidente de la Generalitat, Francesc Macià. El acto ha arrancado con un vídeo del discurso que pronunció Macià en la sesión inaugural, el 6 de diciembre de 1932
Pujol estuvo en 2014 en la Cámara catalana, donde compareció para dar cuenta sobre la fortuna familiar en Andorra, y más tarde asistió a un acto para homenajear a Muriel Casals, en 2016. Desde entonces, no había vuelto. El exmandatario se ha sentado en la tribuna de invitados, pero no en los palcos reservados para los expresidentes de la Generalitat y los expresidente del Parlament. Allí se han sentado, por ejemplo, Artur Mas y José Montilla, no así Quim Torra, ausente del acto. Faltaban Pasqual Maragall, por enfermedad, y Carles Puigdemont, huido en Bruselas. También estaban como expresidentes del hemiciclo, Joan Rigol, Nuria de Gispert, Carme Forcadell o Laura Borràs.
Tras la sesión, Pujol se ha dejado ver por los pasillos del hemiciclo de la mano de Laura Borràs: la unión de dos líderes nacionalistas, ambos imputados por corrupción, que se presentan como víctimas del Estado. Solo Junts ha reivindicado en su discurso al expresidente de la Generalitat. Ciudadanos también se ha referido a él en la alocución pero para acusarle de haber instaurado una «dictadura blanca» nacionalista en Cataluña. Tanto Aragonès como Alba Verges, vicepresidenta del Parlament con funciones de presidenta, han evitado arropar al convergente.
La Cámara catalana ha celebrado un breve acto, en el que han intervenido todos los portavoces de los grupos, salvo Vox que se ha ausentado, además del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Ni la solemnidad de la ceremonia ha evitado que se visualizara la división política que hay en Cataluña a raíz del ‘procés’. Cada grupo tiene su propia versión de la historia y sobre todo de lo que ocurrió hace cinco años en los hechos de octubre de 2017. El discurso de Aragonès solo ha sido aplaudido por los soberanistas. El dirigente republicano ha recordado la clausura de la Cámara catalana durante los 40 años de franquismo, el recorte del Estatuto o el encarcelamiento de Forcadell, por el referéndum ilegal del 1-O de 2017. Como positivo, Aragonès ha destacado que «la libertad y la democracia se acaban abriendo paso«, y ha recordado la sesión constitutiva de hace 90 años, el restablecimiento de las instituciones catalanas en 1980 y la aprobación del Estatut.