1670104811 Mundial 2022 Qatar Messi hace todo en la nada

En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Mundial 2022 Qatar: Messi hace todo en la nada. Puede encontrar detalles sobre Mundial 2022 Qatar: Messi hace todo en la nada en nuestro artículo.

Actualizado

El ‘diez’ marca y arrastra en solitario a Argentina, que se enfrentar a Pases Bajos en cuartos tras eliminar a Australia en otra noche sombra. Los Socceroos, pese a sus carencias y al grosero error de su portero Ryan, rondaron la prrroga en el crepsculo

  • Directo As lo vivimos
  • Fase final Cuadro del torneo

Leo Messi est solo. Hay otros futbolistas a su alrededor con la camiseta albiceleste que corren, sudan, se emocionan, intentan ayudar y, lo ms importante, hacen todo lo posible por no estorbar demasiado. Son los mismos que salen detrs de l antes de comenzar los partidos, cantan, celebran y se emocionan por formar parte de esa solitaria carrera del diez por el Mundial.

Messi hace todo en la nada. Y eso ya ha sido suficiente para alcanzar los cuartos de final del torneo tras dejar esta vez por el camino a Australia, cuyo ftbol fsico y de pierna dura no fue suficiente para borrar de la escena a uno de los mejores jugadores de siempre. Alguien que, a sus 35 aos y con la gestin de los esfuerzos ms presente que nunca, puede pasarse medio partido observando, dando pasitos muy cortos, para acabar sacando la pala en el lugar adecuado.

La media hora de partido ya se haba rebasado. Australia, con su 4-5-1, viva cmoda porque no haba manera de que los centrocampistas de Scaloni metieran pelotas interiores. Enzo Fernndez miraba ms a sus centrales que al frente. De Paul slo se preocupaba de la brega. Julin lvarez, quien le ha quitado el sitio a Lautaro, no tena quien viera sus desmarques. Y el Papu Gmez? S, sustituy a Di Mara. Pero ni rastro de l.

Pero, tal y como ocurriera en el segundo partido de la fase de grupos contra Mxico cuando Argentina jugueteaba con el cataclismo tras su derrota inaugural frente Arabia, Messi dijo basta.

La lectura de las estadsticas, monstruosas todas ellas (cumpli La Pulga contra Australia 1.000 partidos como profesional, con 789 goles anotados), puede igualar la sensacin de excitante incomprensin que slo Messi provoca. Porque un nefasto control de Otamendi, porque aquello no fue una asistencia, ni mucho menos un pase, fue el nico prembulo que necesit Messi.

El origen del episodio, cmo no, fue una falta lateral botada en corto por el diez. Despus de un intento de pared y con Otamendi haciendo un cameo en una pelcula que no era la suya, tres jugadores australianos se fueron a por Messi. Pero ste ni siquiera golpe fuerte al baln. Tuvo suficiente con detectar el pasillo entre todas aquellas piernas, incluidas las del gigante Souttar, y darle una caricia a la pelota.

Qu poda pensar de todo aquello Graham Arnold. l mismo ya se haba cruzado con Diego Armando Maradona y Argentina en 1993, en busca de una plaza en el Mundial de 1994. Y qued fascinado. Aunque con la sensacin de que, ms all de generar un recuerdo, an pudieron haber apretado algo ms a una albiceleste que iba de la mano de una sombra, no del Diego.

Pero, con este Messi obstinado en su ltimo gran reto como futbolista, todo resulta difcil. Y Scaloni, ms all de que el juego de su Argentina en este Mundial est lejos de todo preciosismo, contina interpretando el relato que cree que le toca. As que no extra que, cinco minutos despus de que comenzara el segundo tiempo, quitara al Papu del campo para reforzar su defensa con un tercer central (Lisandro). Por mucho que los Socceroos no se hubieran acercado hasta entonces a las inmediaciones de Emiliano Martnez. Ni siquiera queran los argentinos presionar en la salida a los australianos, conservando as fuerzas para lo que pudiera venir frente a los Pases Bajos de Louis van Gaal en cuartos. Fue un error.

Con la pelota circulando a cmara lenta por el campo y los Socceroos acusando el golpe, el desconcierto lleg a la pieza ms sensible. El portero Ryan, despus del acoso de De Paul, crey que podra salir de all driblando. No lo consigui, y Julin lvarez marc a placer.

Lo que nadie esperaba es que Australia, en su primer chut, recortara distancias porque Enzo Fernndez fue en busca de un garrotazo de Goodwin y se col el baln en su propia puerta. Y el empate habra llegado a diez minutos del final si Lisandro no hubiera llegado a tiempo para detener a Behich, a punto de marcar uno de los goles de la historia de los Mundiales entre un sinfn de regates y quiebros.

Messi fue el nico que respondi. Dej solo a Lautaro dos veces. Una la tiro a las nubes, y la otra contra Ryan. Y en la ltima jugada de la noche, Emiliano Martnez tuvo que detener un disparo de Kuol que llevaba el encuentro a la prrroga.

Nunca el xito tuvo tanto que ver con el drama.

Conforme a los criterios de

The Trust Project

Saber más

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *