1670275812 Mundial 2022 Qatar Brasil ya baila en el Mundial

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Brasil – Corea del Sur (4-1)

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Riendo, danzando y jugando, la ‘canarinha’ celebra el regreso de Neymar llevándose por delante a Corea del Sur en un solo acto y se enfrentará a Croacia en cuartos de final

Vinicius, Raphinha, Paquetá y Neymar, ante Corea del Sur.Manu FernandezAP
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El fútbol es un juego, ¿no? Por tanto, debería ser divertido. Aunque eso quizá lo hayamos olvidado.

Los brasileños bailan porque no hay nadie que pueda hacerlo como ellos. En un deporte cada vez más mecánico y encorsetado, donde cada partido se prepara, analiza y desarrolla con precisión matemática y solemnidad papal, Brasil opone lo más importante. Y también lo menos común. Alegría.

Bailó Neymar, que llegó a tiempo tras su lesión para apuntarse a la primera noche de sambódromo del Mundial. También Raphinha, por fin suelto. Y Vinicius, cada vez más maduro y paciente pese al ajetreo de sus caderas en las celebraciones. Incluso Tite, un seleccionador veterano al que siempre le afearon ser demasiado serio y formal en sus planteamientos -ni mucho menos en las distancias cortas-, no dudó en echarse al baile en la banda. Así se liberaba él también, viendo cómo sus jugadores por fin disfrutaban tras una discreta primera fase del torneo.

Barrió Brasil a Corea del Sur en un solo tiempo como nadie había hecho en este Mundial para afrontar, con la mejor de sus sonrisas, el enfrentamiento de cuartos de final contra una Croacia a la que Japón arrastró hasta la tanda de penaltis.

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Once días después, Neymar dejó el terreno de lo onírico y la propaganda mediática para regresar al mundo de los vivos. Ya le había dicho su preparador físico personal y ángel de la guarda, Ricardo Rosa, que él podría ser como un personaje bíblico y tendría la resurrección a su alcance: «¡Lázaro, sal fuera!». Y Neymar salió y se desató.

Era la presencia de ese diez casi siempre atormentado el gran problema a resolver por Tite, que había visto cómo su selección, hasta esta ronda de octavos, sólo había marcado tres goles, y dos de ellos fueron los de Richarlison en el estreno contra Serbia. Frente a Corea del Sur marcó cuatro en 36 minutos. Y hubieran sido muchos más de no haber mediado el portero Seung-gyu Kim, obligado a parar olas con las manos.

Algunas de las preocupaciones de la víspera se olvidaron con rapidez. Lesionado Telles junto al delantero Gabriel Jesús para todo el campeonato, y con el carrilero zurdo Alex Sandro magullado, a Danilo, una vez superadas sus molestias, le tocaba ejercer de lateral a banda cambiada. Mientras que la orilla derecha se la quedaba Militao. Ambos vivieron una noche plácida mientras sus compañeros inauguraban el guateque bien temprano.

Fue Raphinha quien generó el primer gol cuando fue en busca de un balón que no era suyo. No llegó Neymar al centro, y Vinicius, negando toda precipitación, levantó la cabeza y coló la pelota donde debía entre cuatro defensas y el portero.

Aún no se habían repuesto los coreanos cuando Young-Gwon Kim sacó la pierna más tarde de lo que debía hasta hacerla impactar contra Richarlison en el área. Uno de aquellos penaltis tan claros como absurdos. Y ahí no hubo discusión alguna en que debía ser Neymar quien tomara el cuero y marcara su primer gol en este Mundial de Qatar. El meta coreano trató de poner nervioso al delantero del PSG. Se fue hacia uno de los palos y allí estuvo esperando un buen rato hasta que comenzara el ritual del lanzamiento. Neymar le respondió con una caricia. La pelota entró rodando con tanta parsimonia que el tiempo se detuvo en Doha.

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Una vez Neymar completó su ensayada coreografía con Raphinha, Vinicius y Paquetá, Brasil pudo seguir a lo suyo con una superioridad que tuvo en el 3-0 su metáfora perfecta. Marquinhos y Thiago Silva, los centrales, fueron los que combinaron con artística precisión en la frontal del área antes de que Richarlison definiera.

Aún hubo más en ese primer acto que los coreanos no vieron acabar nunca, con Vinicius ofreciendo una asistencia con zapatillas de ballet y el sombrero de copa puesto a la que Paquetá correspondió con el cuarto y último tanto brasileño.

Corea del Sur , eso sí, demostró que ni la peor de las goleadas iba a hundirles en la miseria. El portero Seung-giu sacó cuatro ocasiones más. Y después de que Alisson tuviera que emplearse a fondo en el segundo tiempo ante la destensión de la canarinha y antes de que Tite le enviara a descansar, Seung-Ho Pai apagó las luces con otro gol fabuloso.

La pentacampeona Brasil, la que juega riendo, no sufriendo, ya está aquí.

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