1675854314 Joe Biden a China y Europa No voy a pedir

En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Joe Biden, a China y Europa: «No voy a pedir perdn por invertir en hacer a Estados Unidos fuerte». Puede encontrar detalles sobre Joe Biden, a China y Europa: «No voy a pedir perdn por invertir en hacer a Estados Unidos fuerte» en nuestro artículo.

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A pesar de que gran parte del Partido Demcrata est en guerra con el sector de los hidrocarburos, el presidente se sali del guin para afirmar: «Vamos a necesitar petrleo durante otra dcada».

Interrumpen y abuchean a Biden durante su discurso del estado de la Nacin
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Joe Biden dio anoche en Washington (madrugada de hoy en Espaa) el Discurso sobre el Estado de la Unin que se esperaba. El presidente logr superar en la medidas de lo posible sus malas cualidades para la oratoria, y lanz un mensaje basado en exaltar las leyes de reforma econmica de sus primeros dos aos en la Casa Blanca y celebrar que Estados Unidos no ha cado ni en la recesin ni en la hiperinflacin.

Fue un discurso previsible. Duro con Rusia y China. Partidario del multilateralismo pero sin mostrar un pice de concesiones hacia la UE en materia de subvenciones a las energas verdes y a la alta tecnologa. De defensa del aborto y del colectivo LGBTQ+. De centroizquierda en poltica interna, con llamamiento a la reforma de la polica – una de las pocas ocasiones en las que la oposicin republicana le aplaudi de manera entusiasta -, subidas de impuestos a los multimillonarios y a las grandes empresas, y gravmenes ms altos para las operaciones de autocartera de las empresas que no van a ir, con toda probabilidad, a ningn sitio porque su partido, el Demcrata, no tiene la mayora en la Cmara de Representantes.

Biden hizo un ejercicio de autodisciplina poco frecuente en l y no se sali del guin… con una excepcin significativa, de solo dos frases. Primero dijo: «Vamos a tener que necesitar petrleo y gas durante una temporada». Un rato ms tarde, volvi a la carga: «Vamos a necesitar petrleo durante otra dcada». Las dos frases no estaban en la versin del discurso enviada por la Casa Blanca a los medios de comunicacin. Y ah los papeles se tornaron del revs. Los republicanos aplaudieron. Los demcratas, abuchearon, o pusieron cara de pker. Y, aunque fueron muy poco en un discurso de una hora y 13 minutos, son significativas. Una gran parte del Partido Demcrata, al que pertenece el presidente, est en guerra con el sector de los hidrocarburos y quiere reemplazar las energas fsiles – en especial en petrleo, pese a que contribuye menos al calentamiento de la tierra que el carbn – lo antes posible. Con sus frases insertadas en el texto, Biden inyectaba una dosis de realismo econmico que a la izquierda demcrata le resulta inaceptable.

se es el problema del realismo: que a una parte considerable del cuerpo poltico estadounidense no le parece tolerable. se fue el caso de la rama de olivo que Biden ofreci a la oposicin republicana, simbolizada en la frase «acabemos el trabajo» de sus dos primeros aos. La reaccin del Partido Republicano ante sas y otras palabras de Biden mostr, ms que otra cosa, la guerra civil de esa formacin poltica: mientras algunos legisladores callaban, otros aplaudan y un par de exaltados se desgaitaban gritando «mentiroso!» y «es tu culpa!» al presidente. Fue una ruptura de las normas no escritas del Congreso de Estados Unidos como no se vea desde que hace 14 aos el tambin republicano Joe Wilson grit «Mientes!» a Barack Obama en mitad del discurso en el que ste se dirigi a ambas Cmaras tras su victoria en las elecciones. Pero esos exabruptos no mostraron tanto la dureza de la oposicin como las divisiones de sta, partida en facciones que van desde las de quienes estn dispuestos a negociar con la Casa Blanca hasta las de los que se oponen a cualquier tipo de entendimiento con Biden, aunque no sean capaces de plantear un programa de gobierno alternativo.

Previsible en poltica exterior

En poltica exterior, Biden fue, tambin, previsible. Frente al ala derecha republicana y al ala izquierda demcrata, que quieren que EEUU trate de puentear a Kiev y lograr un acuerdo con Mosc – o simplemente abandonar a Ucrania – Biden se reafirm en que la poltica estadounidense no va a cambiar, ni siquiera tras la prdida por su partido de la Cmara de Representantes.

El presidente record cmo hace un ao pronunci este mismo Discurso sobre el Estado de la Unin cuando Rusia estaba concentrando 200.000 soldados para invadir a su vecino del Sur. «La invasin de Putin ha sido una prueba a la que nos ha sometido la Historia; una prueba para Estados Unidos; una prueba para el mundo», dijo el presidente estadounidense, que se pregunt, de manera retrica: «Nos mantendramos en la defensa de los principios ms bsicos? Nos mantendramos en la defensa de la soberana nacional? Nos mantendramos en la defensa del derecho de los pueblos a vivir libres de tiranas? Nos mantendramos en la defensa de la democracia?» Biden cerr sus preguntas con un «un ao despus (…) conocemos la respuesta: s, nos hemos mantenido». Entre los invitados de Biden estaba la embajadora de Ucrania, Oksana Markarova; hace un ao, ella tambin fue invitada, ante el temor evidente de Estados Unidos – rechazado en Berln y en Pars – de que Rusia fuera a invadir a ese pas.

La firmeza frente a Rusia por su invasin de Ucrania estuvo algo ms matizada en la competencia con la gran potencia emergente, China. Ah, Biden culp indirectamente a su predecesor y posible rival en 2024, Donald Trump, al afirmar que «antes de que llegara al cargo, la idea generalizada era cmo la Repblica Popular China iba incrementando su poder y cmo Estados Unidos iba fallndole al mundo. Eso ya no es as». El presidente record el incidente de la semana pasada, con el derribo del globo-espa chino sobre territorio estadounidense, al advertir a Pekn de que «si China amenaza nuestra soberana, actuaremos para protegernos».

Y ah, Biden lanz una frase que podra interpretarse tanto como una advertencia a China como a la UE, al defender su poltica de subvenciones en materia de tecnologa y energas renovables. Aunque la lanz en el contexto de China, Biden saba que ayer haban estado en Washington los ministros de Economa alemn, Robert Habeck, y francs, Bruno Le Maire para pedir a EEUU que reduzca esos subsidios o, al menos, exima a las empresas de la UE de ellos. Maana, la Unin Europea se rene para, precisamente, tratar de articular una respuesta a esas medidas proteccionistas estadunidenses. Pero ni las amenazas de Bruselas ni la visita de Le Maire y Habeck cambiaron la retrica de Biden, que dijo, lisa y llanamente, que «no voy a pedir perdn por invertir en hacer a Estados Unidos fuerte».

Fue, en resumen, un discurso hbil, que es lo ms a lo que puede aspirar Biden. Al acusar a los republicanos de querer desmantelar el Medicare – el programa de salud pblico-privado para las personas de edad avanzada -, y al conseguir que una de las defensoras de esa idea, la neofascista Marjorie Taylor Greene, le gritara «Mentiroso!», Biden prcticamente lograba desactivar esa iniciativa, y salvaguardaba un programa que goza del apoyo de la mayora de la poblacin del pas.

Al insistir en la colaboracin con la oposicin, el presidente volvi a poner de manifiesto las divisiones de sta. Y al mantener el proteccionismo en materia tecnolgica, reafirm – sin quererlo, desde luego – que las ideas de Donald Trump siguen marcando la poltica econmica de Estados Unidos. Biden no lanz ninguna gran idea en poltica exterior, y la mayor parte de las que propuso a nivel nacional no pasarn el Congreso, aunque el presidente tiene a su disposicin las agencias regulatorias para llevar a cabo al menos parte de esas inicitivas, que se encaminan en buena medida contra los gigantes del ‘Big Tech’ de SIlicon Valley, y a favor de la competencia entre grandes empresas y de las medidas de defensa del consumidor. Fue un discurso en el que Biden no se equivoc ms que una sola vez, lo que en l es heroico, cuando se refiri al lder de la mayora del Senado, su correligionario Chuck Schumer, como «lder de la minora». Podra haber sido mucho peor. El presidente dio la impresin de que, pese a su edad y al evidente desgaste fsico que muestra, sigue controlando la situacin. Su candidatura para 2024 sigue sin ser anunciada. Pero parece que cada da ese momento est un poco ms cerca.

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