En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Heidi Klum no tiene la culpa. Puede encontrar detalles sobre Heidi Klum no tiene la culpa en nuestro artículo.
Cuidarse est bien. Comer bien, hacer ejercicio y descansar es estupendo. Pero hasta qu punto nos perjudica buscar tozudamente ‘inspiracin’ en modelos inalcanzables que, en realidad, lo nico que consiguen es abocarnos a la frustracin
Heidi Klum est tan ‘maciza’ que, a los 49 aos, puede ‘permitirse el lujo’ (?) de protagonizar una campaa en ropa interior junto a su hija. Tras dos embarazos (uno de ellos gemelar), Elsa Pataky tiene el abdomen como una tabla. Los glteos de Jennifer Lopez, de 53 aos, parecen no darse por enterados de esa ley de la gravedad que tiende a tirar para abajo lo que antes se ergua con altivez. A los 58 aos, Elle Mcpherson sigue siendo ‘El Cuerpo’ y, en las piernas de Cindy Crawford, a los 56, no hay ni rastro de celulitis, estras o todas esas cosas que, a veces, nos van brotando al resto de mujeres durante las diferentes etapas de nuestra vida.
Todas ellas, dicen o, mejor dicho, decimos en los medios de comunicacin, encarnan al nuevo tipo de mujer madura empoderada pero, sobre todo, ‘buenorra’. Comen sano, practican el ayuno intermitente y se ‘detoxifican’ con licuados verdes muy pintones para las fotos de Instagram. Duermen ocho horas (del tirn). No olvidan sus entrenamientos de fuerza. Tienen acceso a los mejores tratamientos estticos de ltima generacin. Toman colgeno, vitamina D, antioxidantes, omega 3… Y, por supuesto, controlan sus niveles de estrs y gozan de la vida sexual de una treintaera. Esos son sus ‘pequeos’ secretos para estar estupendas y, si ellas pueden, el resto, tambin? Pues est claro que no.
Y todo esto viene a que, el otro da, mi mejor amiga me ech un rapapolvo histrico por este asunto, precisamente; por escribir sobre esos ‘trucos’ de los que se valen las famosas ms deseadas para estar tan caonas ‘a sus edades’ cuando ella o yo misma, sin ir ms lejos, jugamos en ‘otra liga’. «A una mujer ‘normal’ de clase media que cuida a sus hijos, trabaja ocho horas y no tiene a nadie que le ayude a hacer las tareas de casa, si, con suerte, saca 10 15 minutos ‘libres’ a ltima del da, lo que le pide el cuerpo no es hacer abdominales en el saln, sino tomarse una cerveza antes de ponerse a hacer la cena, tender la lavadora y recoger la cocina…». De lo de dormir del tirn, obviamente, ya ni hablamos.
Aunque intent rebatir sus argumentos con mi filosofa vital del autocuidado y esa bsqueda (casi imposible) del tiempo para una misma, su razonamiento me hizo reflexionar sobre el flaco favor que, entre todos, nos estamos haciendo a nosotros mismos, utilizando como ‘ejemplos a seguir’ lo que, en realidad, son ‘contadas excepciones’.
Porque si ‘macizas’ que, como Heidi Klum, posen en ropa interior a los 49 aos sin que les asome un micheln o que, como Elsa Pataky, luzcan tableta tras los embarazos a los 46 ‘tacos’ sin que se le atisbe una arruguilla en la tripa, hay muy pocas, por qu nos empeamos en utilizarlas como ‘figuras de referencia’ si su estela es imposible de seguir?
Por qu, en lugar de apostar por la adopcin de unos hbitos saludables que nos reporten unos beneficios alcanzables y reales, hurgamos en la herida de unos modelos inalcanzables que, en lugar de motivarnos, lo que consiguen es hacernos sentir fatal y alimentar nuestras inseguridades? «Ni Heidi Klum, ni las otras, ‘tienen la culpa’ de estar tan buenas. Pero, al final -intervino otra amiga-, lo que estis consiguiendo es que las maduras nos veamos ‘obligadas’ a mantenernos como treintaeras para no quedarnos en ‘fuera de juego’. Y eso no solo implica librar una lucha que, tarde o temprano, vamos a perder, sino que, en lugar de inspirarnos, lo que hace es debilitar nuestra autoestima». Ah lo dejo…
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