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Varios familiares llevan a hombros este sábado los dos feretros con los cuerpos de las niñas acpmpañados de los vecinos del pueblo. /
El padre acudió al sepelio arropado por numerosos familiares y vecinos de su pueblo, que está conmocionado por la tragedia
Cientos de vecinos de Quintanar del Rey (Cuenca) dieron este sábado su último adiós a Iris y Laura, las niñas de nueve y once años asesinadas esta semana por su madre, agente de la Guardia Civil de 42 años. El trágico suceso ocurrió en la casa cuartel de esta localidad, antes de que su progenitora se quitara la vida usando el arma reglamentaria con el que también disparó a las pequeñas.
El padre de las niñas encabezó la comitiva junto a numerosos familiares y buena parte de los vecinos de este pueblo, que este sábado vivió su tercer y último día de luto oficial decretado por su ayuntamiento. El alcalde, Martín Cebrián, que también asistió al funeral celebrado en la iglesia parroquial de San Juan Evangelista y al posterior encierro en el cementerio municipal, declaró que «no es entendible un hecho así que mantiene conmocionado a todo el pueblo».
«La relación entre los padres era normal a los ojos de los vecinos», añadió en alcalde en referencia a la principal hipótesis de la investigación abierta para aclarar lo ocurrido según la cual la madre podría haber matado a sus hijas para evitar que el padre pudiera quedarse con su custodia ya que ambos se habían separado hace un año y la intención de la mujer era marcharse con ellas de Quintanar del Rey a Algeciras (Cádiz), su ciudad natal. Esta hipótesis cobra fuerza toda vez que, según la Guardia Civil, la agente no había tenido ninguna baja por problemas psicológicos.
Apoyo psicológico
A la misa funeral, que duró media hora, también asistieron numerosos compañeros del colegio del pueblo en el que estudiaban las dos niñas y que en los últimos días han recibido apoyo psicológico para que puedan asumir las consecuencias del suceso.
Numerosos vecinos de Quintanar del Rey (Cuenca) acudieron este sábado a la iglesia donde se realizó el funeral por las dos pequeñas asesinadas por su madre. /
Los féretros de las dos niñas fueron despedidas de la iglesia en su camino al cementerio con el silencio de los vecinos, que arrojaron flores blancas sobre los ataúdes en torno a los cuales sus familiares y la Guardia Civil habían colocado coronas de flores. El caso sigue bajo secreto de sumario por orden de la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Motilla del Palancar (Cuenca).