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La Fiscalía llega a un acuerdo con más de 30 acusados ante los retrasos en el proceso y la dificultad de localizar a las víctimas del grupo en Mallorca
El primer día de juicio a la banda de los Ángeles del Infierno en la Audiencia Nacional sirvió ayer para dejar en multas -y no muy cuantiosas- las abultadas penas de prisión que inicialmente reclamaba Anticorrupción. Una treintena del medio centenar de acusados de formar parte del grupo en Mallorca alcanzó un acuerdo con la Fiscalía.
Las condenas de conformidad se venían negociando hace tiempo, pero se remataron ayer, con negociaciones tanto antes de que comenzara el juicio como a la hora de comer «o de lo que fuera», como lo describió uno de los fiscales del caso. A las cuatro de la tarde, la vista oral se reanudó con las propuestas de la Fiscalía, que minutos después aceptarían uno a uno los afectados.
Entre ellos, el principal el responsable del capítulo -así denominan ellos mismos a cada una de sus ramas- de los Ángeles del Infierno en Mallorca, Khalil Youssafi. El escrito de acusación le atribuía delitos que sumaban un total de 38 años y medio de prisión: pertenencia a organización criminal, blanqueo, amenazas, coacciones, falsedad documental, encubrimiento, prostitución, detención ilegal, tráfico de drogas y tenencia de armas.
Los delitos se mantienen, pero cada una de las penas individuales queda en un máximo de dos años. Eso no solo baja la cifra global hasta los 12 años y nueve meses de prisión, sino que permite que en todos los casos el fiscal haya pedido sus sustitución por una multa. El cálculo propuesto es de dos días de multa por casa día de prisión y por cada uno de esos días, el pago de cuatro euros, la cuota mínima que permite la ley. Así pues, la prisión de Youssafi se ha acabado convirtiendo en 36.720 euros.
Como él, otros 33 acusados aceptaron el acuerdo con la Fiscalía. Otro más lo improvisó tras un descanso a media tarde, cambiando así por multa la petición de cuatro años y medio de prisión por pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.
Fuentes de la Fiscalía explican que la rebajas responden a varios motivos. Entre ellos, la lentitud con la que ha avanzado el procedimiento en la Audiencia Nacional, algo que garantizaba una atenuante de dilaciones indebidas que el Ministerio Público estaba obligado a reconocer. Las detenciones se produjeron en 2013 y desde que se presentó la acusación han pasado cuatro años. También se ha valorado la dificultad de probar algunos delitos, entre ellos los más graves. La acusación daba por imposible contar en el juicio con la declaración de las víctimas de las detenciones ilegales y de las amenazas.
Las mismas fuentes resaltan que el acuerdo supone que se reconoce la comisión de los delitos. Y que algunos de los acusados más relevantes están entre la docena que no ha llegado a un acuerdo. Por ejemplo, Abdelghani Youssafi, tesorero del grupo y hermano de Khalil. Se le piden 26 años de cárcel, una cifra que con las dilaciones se tendrá que bajar. O Frank Hanebuth, figura destacada de los Hells Angels de Hannover, que afronta 13 años de cárcel. Contra ellos el juicio sigue con la incertidumbre del resultado. Por contra, quienes han pactado evitan que el tribunal imponga una pena superior a la acordada con la Fiscalía.
Los acuerdos incluyen una referencia general a la organización mundial. La Fiscalía ya no sostendrá que los acusados «se integran en una organización delictiva de ámbito internacional y que gira en torno a un club de moteros mundial conocido como Hells Angels Motor Club (HAMC)», con en torno a 5.000 miembros integrados en alguno de sus 150 capítulos. La acusación revisada se ceñirá al capítulo de Mallorca.
Los investigadores sostienen que se decidió crear el grupo en Baleares «por su situación geográfica, existencia de negocios de alterne, posibilidad de blanqueo de capitales y el tráfico de drogas, y la presencia de población residente extranjera, que facilitaba las prácticas de extorsión». Por estas actividades se sentaban ayer en el banquillo alemanes, griegos, búlgaros y turcos, además de españoles. Entre estos últimos, un policía local y un guardia civil que a cambio de dinero colaboraban con los Hells Angels. O no, porque ninguno de los dos está en la lista de quienes ayer reconocieron los hechos.
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