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«Estamos exactamente igual que en el Mundial de Rusia. No hemos evolucionado». Esta frase se escuch nada ms acabar el partido que enfrent a Espaa con Marruecos y que signific el adis de la seleccin a la Copa del Mundo. Lo reflejado en el csped fue lo que desde dentro de la concentracin observaron los federativos desplazados hasta Doha. La confianza fue desapareciendo segn iba avanzando la cita catar, pero la manera de llegar la eliminacin fue el paso definitivo para saber que el ciclo Luis Enrique haba terminado.
La confianza en el asturiano haba sido total desde el momento en el que fue presentado como nuevo seleccionador cuatro aos atrs. Luis Enrique fue una eleccin personal de Rubiales y siempre ha credo que era el tcnico capaz de llevar a la seleccin a lo ms alto. De hecho, en cuanto se sinti con fuerza, el tcnico volvi a su sitio en el banquillo espaol. Siempre ha sido el que ha marcado el ritmo.
El problema es que ahora ese ritmo ya no era el mismo. Rubiales, presente en la concentracin del primer al ltimo da, ha asistido en primera persona a todo lo que ha sido el trabajo del tcnico en el da a da. Junto a l, Molina, director deportivo. Nadie les ha tenido que contar lo que pasaba. Ellos lo han visto.
La conclusin a la que han llegado es que ya no tena ms recorrido, que el proyecto estaba agotado. No han gustado algunas de las escenas vividas en Qatar, pero sobre todo el rendimiento del equipo. Lo que le ha rodeado ha podido influir, pero ser el sello de Luis Enrique, agudizado, eso si.
El asturiano ha gozado de total libertad en todo momento, derivada de la plena confianza que ha existido en su trabajo. Ha ordenado todo tal cual ha querido. Ha hecho grupo y consideraba equipo a todos los que estaban en el da a da. En los ltimos das, muchos de los que le rodeaban haban empezado a notar cosas y circunstancias que se salan de lo normal, de lo habitual.
La Federacin considera que su etapa ha sido positiva, pero tambin reconocen que se poda haber logrado algo ms, especialmente en esta cita de Qatar. Esa libertad que ha tenido para hacer y deshacer no se ha visto correspondida con los resultados esperados y todo ha desembocado en un adis a un tcnico que se conform con eso de que los futbolistas cumplieran lo mandado, algo que en la Federacin no han considerado como suficiente.
Adems, los captulos streaming, la penltima rueda de prensa… han podido ms que en la creencia de que el asturiano es un buen tcnico. Su carcter le ha traicionado, pero al fin y al cabo ha sido fiel a s mismo.