Seis de los pueblos ms bonitos de las montaas espaolas

Que Espaa sea el segundo pas ms montaoso de Europa, junto con el aislamiento que ha originado esa geografa, ha hecho posible un enorme conjunto de pueblos, todos de marcados estilos arquitectnicos propios. Cualquier seleccin que busque a los ms hermosos es ejercicio difcil. Ofrecemos un ramillete de ellos. Es seguro que no estn todos los que son, pero no hay duda de que todos los que estn lo son.

BULNES (Picos de Europa, Asturias)

Hasta el inicio del tercer milenio, Bulnes era un mundo y aparte. De hecho, se trataba de la nica poblacin sin comunicacin por carretera de Asturias. La media docena de vecinos del pueblo no tenan otra que recorrer los ocho kilmetros de senda a travs de la empinada canal del Texu, que une Bulnes con Poncebos. Inaugurado en 2001 despus de agrias disputas entre el Gobierno asturiano y los conservacionistas, se abri un funicular entre dicha localidad y Bulnes. A cambio se produjeron perjuicios medioambientales. Como condicin para su construccin, se seal que solo lo utilizaran los vecinos.

Dos dcadas despus es uno de los productos ms populares del Parque Nacional de Picos de Europa y, a pesar de sus precios exagerados -22,16 euros para el recorrido ida y vuelta de 2,2 kilmetros- lo han utilizado desde entonces ms de un milln de personas. El tnel desemboca a la entrada de Bulnes. El funicular ha borrado la ruina que produjo el despoblamiento. Esta aldea es igual que muchos otros pueblos, en los que se han abierto bares, restaurantes y alojamientos en verano desbordados de turistas. A cambio de esta gentrificacin rural, el pueblo se ha levantado de sus ruinas y el casero, muros de piedra, madera y tejados de teja rabe, muestra radiante sus hechuras tradicionales.

ARTIES (Valle de Arn, Lleida)

En el centro del nico valle pirenaico al que los Pirineos obligan a mirar hacia Francia, la afilada torre de Arties es un semforo que seala la necesidad de detenerse en un pueblo que conserva sus hechuras seculares como pocos. En torno a la iglesia de Santa Mara de Arties, ejemplo cumbre del romnico arans, no hay que dejar de ver las extraordinarias pinturas murales de su interior y el retablo gtico. Alrededor del templo se conservan casonas medievales como la de los Paulet y la de los Portol, esta con torre y capilla. Un lugar igualmente destacable es la vista del casero orillado al ro Garona desde el puente que lo cruza.

Todo el ao es buen momento para conocer este pueblo, pero en invierno, el manto de nieve que cubre el valle resalta ms sus valores. En la fra estacin el pueblo est ms tranquilo, aunque no se trata de la despoblacin; es porque vecinos y visitantes estn unos kilmetros montaa arriba. Los primeros como monitores y atendiendo los servicios de la estacin, mientras que los segundos esquiando en Baqueira Beret. A la cada de la tarde la cosa cambia. El pueblo se ilumina de gente que disfruta de los bares y restaurantes repletos de especialidades tan brillantes como el mismo Arties.

CANDELARIO (Sierra de Bjar, Salamanca)

En las estribaciones del Sistema Central, Candelario ha conservado su aspecto medieval igual que el fro conserva sus apreciados jamones y chacinas. Las calles empedradas, recorridas en su centro por regaderas, regatos que serva de evacuaderos de los restos de las matanzas, estas colgaban en los venteados sobrados de la ltima planta de las casas. Son las singulares puertas de las viviendas las que despiertan mayor curiosidad entre los visitantes.

Sea de identidad del pueblo, las batipuertas, que as se llaman, son un conjunto formado por media puerta, que alcanza hasta media altura, situada justo delante de las puertas de las viviendas. Su razn de ser era mantener abierta la puerta principal y cerrada la media puerta. De esta manera, en tiempo de matanzas la necesaria luz entraba en la casa, pero no perros, gallinas ni otros animales, que podran robar los productos. Otra vez la matanza en un pueblo serrano. Lo eplican todo en el Museo de la Casa Chacinera.

MAJAELRAYO (Sierra de Sonsaz, Guadalajara)

Capital de la arquitectura negra, singular estilo tradicional caracterizado por utilizar como material casi exclusivo la pizarra. En el ltimo rincn del norte de Guadalajara, Majalrayo y el resto de pueblos de su comarca, se distinguen por sus construcciones humildes, en las que las paredes son prolongacin del pavimento de las callejas y estas del paisaje que las rodea. El casero de estos pueblos, con Majaelrayo a la cabeza, ofrecen una pintoresca visin que los coloca entre los ms hermosos pueblos de la montaa espaola.

Enclavado a los pies del legendario pico Ocejn, el Cervino manchego, este pueblo ha visto en las ltimas dcadas como su tejido urbano, por completo abandonado a finales del siglo XX, ha sido (y sigue siendo) restaurado con primor. Expresin de la vuelta al mundo rural, en la que han florecido restaurantes y alojamientos que, al menos los fines de semana, puentes y vacaciones, logran que el pueblo d a la espalda al virus de la Espaa vaciada.

GUADALEST (La Marina Baixa, Alicante)

Sobre un cantil rocoso, Guadalest asoma sus dos torres a las montaas de la Marina Baixa. Una, el campanario de la iglesia de Nuestra Seora de la Asuncin, inmaculada y sencilla encaramada en la punta de una aguja de roca para ser ms alta; la otra, rotunda y altiva, rematada por un cuidado peinado de almenas, es la del castillo de San Jos. La posicin enriscada de este pueblo seala su historia convulsa plena de guerras entre moros y cristianos.

Lo entiende el visitante cuando entra por el portal de Sant Josep, estrecha hendidura abierta en la roca, que es la nica entrada de Guadalest. Al otro lado, el casero conserva un secular ambiente medieval que apenas perturban las tiendas de recuerdos y resto de comercios que viven del turismo. La Casa de los Ordua conserva en su interior mobiliario del siglo XIX y es lugar de exposiciones temporales. La plaza de San Gregorio ofrece las mejores vistas del embalse de Guadalest y las sierras de Xort, Brnia, y Aitana. Aunque son las mazmorras del siglo XII, situadas bajo el Ayuntamiento, las que gozan de mayor predicamento entre los visitantes.

CAPILEIRA/PAMPANEIRA (Alpujarras, Granada)

No se puede separar Capileira de la regin donde vive, la Alpujarras granadina. Tampoco de los otros 24 municipios que la integran. No lo necesitan, las nieves que en invierno pintan de blanco sus tejados y calles, no las necesitan. Capileira es blanca todo el ao. Espejo de las inmaculadas alturas de Sierra Nevada, la etimologa del nombre de la regin, Alpujarra, lo certifica: ‘alba sierra’ es su significado en lengua musulmana.

A media ladera de los precipicios del barranco de Poqueira, semejante terreno hace que las ventanas estn por debajo de las calles. Entre unas y otras, los personalsimos ‘terraos’, tejados planos de piedra, madera y launa, tierra de la regin de caractersticas semi-impermeables. Sencillo y funcional el tejido urbano es un laberinto adaptado a la montaa, cuestas importantes, callejones retorcidos, pasadizos bajo las construcciones y un universo de macetas desbordadas de flores. Sobre todo esto estiran su cuello las inconfundibles y chimeneas. Cilndricas, estn rematadas por una laja de pizarra que, para que no se la lleve el viento, tienen una enorme piedra cnica encima. Su aspecto les da un parecido a los sombreros de las brujas. Tal vez por ello, el vecino Soportjar se ha ganado el sobrenombre del pueblo de las brujas, aunque esto ya es otra historia.