1676022024 Pancho Varona Los musicos de Sabina le dijeron o Pancho

En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Pancho Varona: «Los músicos de Sabina le dijeron: o Pancho o nosotros». Puede encontrar detalles sobre Pancho Varona: «Los músicos de Sabina le dijeron: o Pancho o nosotros» en nuestro artículo.

Actualizado

Joaquín Sabina comienza gira en dos semanas y en ella no estará quien ha sido su mano derecha durante 40 años. Tras guardar silencio, el guitarrista habla sobre una ruptura que aún le tiene «perplejo»

Pancho Varona, en Madrid.Alberto di Lolli

Pacho Varona termina echándose a llorar al final de la entrevista. Está sentado en el sitio más impersonal y anodino de Europa occidental, una cafetería de cadena en un centro comercial pijo a las 11 de la mañana, pero tampoco ha habido nada de poético en la ruptura de Joaquín Sabina, que es de lo que se trata.

Fueron 40 años y más de 500 noches de alianza que terminaron en noviembre pasado y que el guitarrista, cantante, compositor y productor repasa en la serie de pódcasts ‘Detrás, con un revólver’, de Sonora. Es la primera vez que habla sobre su separación.

Joaquín Sabina empieza en dos semanas su gira y será la primera desde 1982 en la que no participes, ¿cómo te sientes?
Me siento bien, de verdad. Cuando él me mandó el email en el que me comunicaba mi despido yo puse un comunicado en redes sociales y recibí un aluvión de cariño que no te puedes ni imaginar. Eran miles de mensajes de cariño, de apoyo, de solidaridad, y a mí eso me dio mucha fuerza. Me pegó un chute de energía y ahora estoy pasando un momento muy bonito, con muchos proyectos personales e ideas. Claro que me va a dar una punzada en el corazón cuando Joaquín se suba el primer día al escenario sin mí, después de 40 años, pero estoy muy bien, de verdad.
¿Cómo era ese email?
Era un email de ocho o 10 líneas. Yo le había mandado a Joaquín un email antes porque llevaba todo 2022 intentando ir a su casa y no se me recibía, no sé por qué. Yo insistía: ‘¿Qué tal? ¿Cuándo me puedo pasar a veros?’ Pero todo eran excusas hasta que un día me dijeron: ‘Mira, no nos viene bien verte, mándanos un email’. Yo me quedé de piedra. Estuve unos cuántos días pensando en ese email y cuando se lo mandé me desnudé. Les dije: ‘Mirad, me da la impresión de que está pasando algo que se me va de las manos. Por favor, juntémonos en vuestra casa con la banda, ya que ha habido mal rollo con ellos, lo arreglamos y nos damos unos abrazos. Somos familia, os quiero mucho, no me dejéis fuera, quiero seguir siendo parte de vuestra casa y de vuestras giras y de vuestra vida, etcétera, etcétera’. Un email muy cariñoso. Un mes después me contestó Jimena diciendo que estaba fuera de la gira, que no contaban conmigo, que… En fin, no quiero dar más detalles, pero no había un motivo para esa decisión. Es más, si me hubieran aceptado esa reunión que pedía, con banda o sin banda, y Joaquín me hubiera dicho: ‘Mira, Panchito, han sido 40 años muy bonitos, pero lo nuestro ha terminado’. Yo le hubiera dado un abrazo, le hubiera dicho, ‘vale, tío, lo entiendo, me duele, pero lo entiendo’.
Ningún argumento.
Tres vaguedades que no voy a detallar, una referente a las redes sociales… pero me dice que no tiene nada que ver con mis problemas con la banda. Y al final de ese email me deseaba suerte y ya está. Yo flipé, no entendía nada.
¿Eran motivos musicales?
Pues no lo sé porque no hay ninguna explicación, yo creo que no tiene que ver con eso. De hecho me duele mucho que se diga que Leiva ha tenido que ver, pobrecito mío. Es muy injusto todo lo que se ha dicho, nada ha tenido nada que ver con él.
¿Cuál fue el problema que tuvo con el resto del grupo de Sabina?
Nosotros teníamos un grupo cuando Joaquín no actuaba, las Noches Sabineras, y yo además tenía otra manager y tenía mi vida y mi carrera personal con agendas diferentes. Yo trabajaba la mitad del mes en mis proyectos y la otra mitad con la banda, pero ellos empezaron a pedirme que cediera parte de mi tiempo y que estuviera más con ellos, yo les dije que no y que podían trabajar incluso sin mí esos días. Todo esto fue tensando la relación en los conciertos. Llegó un momento en que empezamos a discutir, en el camerino veía que había cuatro personas contra mí. Ellos decidieron romper la relación, mandar un comunicado a redes y anunciar que seguían sin mí y que yo seguía mi camino, dejando ver que la culpa era mía. Pero fueron ellos los que decidieron romper y seguir sin mí. En mi email a Joaquín también me ofrecí de todos modos a pedir perdón a la banda si era necesario, porque yo siempre voy a intentar que la relación se arregle.

Pero da la impresión de que la relación está completamente rota, que es irreversible.
Por mi parte sí hay posibilidad, pero él me dejó claro que se acababa todo, y cuando digo todo es todo. Esta gira, las próximas giras y la relación personal, ¡que es que no lo entiendo!
¿Cuándo fue la última vez que os visteis?
Yo le vi como en junio de 2021 en su casa por un problema que no viene al caso. Nos dimos unos abrazos al final y Joaquín me dijo: ‘Qué bien, Panchito, que nos vamos a ir juntos de gira otra vez el año que viene’. Esa fue la última vez que le vi. Antes fui a verle en la pandemia y me echaron de su casa, de buen tono, eh, por el miedo al virus. Después quise verle, pero no se me ha recibido.
¿Te sientes traicionado?
No, me siento perplejo porque no sé qué ha pasado. En teoría, el problema con la banda no ha tenido que ver. En teoría. Porque una persona muy cercana de su entorno me dijo que los músicos de Joaquín estuvieron en su casa y le dijeron: o Pancho o nosotros. Antonio García de Diego lo niega. Yo no sé a quién creer.
Antonio García de Diego es el otro colaborador histórico de Sabina y con quien has trabajado cuatro décadas, ¿qué relación mantienes con él?
Muy escasa. Nos felicitamos los cumpleaños por WhatsApp, poco más. Yo creo que Antonio, si me quisiera de verdad, podría haber hecho algo más porque yo esté en la gira, sinceramente. No es un reproche, pero yo me he partido la boca por él muchas veces y me la seguiré partiendo las veces que haga falta él cuando lo necesite.
Han sido 40 años de estar con Joaquín Sabina como su mano derecha en todos los aspectos, en lo profesional y en lo personal.
Hemos sido hermanos. Hemos estado unidos en todo, en el entierro de su padre y de su madre, en el de mi madre. Es el padrino de mi hija. Hemos vivido juntos, hemos llorado juntos y hemos hecho todo juntos.
¿Volverías a hacer todo igual?
Exactamente igual. Yo a Joaquín no le he perdido ni un gramo de cariño y llevo toda mi vida queriéndole como a un hermano y como a un genio, hablando maravillas de él en todos sitios, a mis amigos, a la prensa…
¿No te arrepientes de nada?
No me arrepiento de nada, lo volvería a hacer y lo voy a seguir haciendo salvo que Joaquín de repente empiece a soltar cosas que no me gusten. Y que me hieran no, claro. Entonces tendré que defenderme.
Como autor o coautor de numerosas canciones y productor de 15 discos, ¿cómo queda la situación económicamente?
Estoy bien, estoy bien, sí. Yo tengo mis derechos de autor y mis royalties de ventas de discos, no solamente por los de Joaquín sino por todo mi trabajo. Joaquín ha sido siempre generoso conmigo. No soy millonario, pero vivo bien. Ojalá todos los músicos vivieran como yo.
¿Has visto Sintiéndolo mucho, el documental de Fernando León de Aranoa?
No, no se me invitó al estreno. Es curioso porque yo con Fernando León de Aranoa siempre tuve una relación maravillosa, nos hemos querido mucho y yo he colaborado mucho en el documental durante 15 años. Me pidió muchas cosas y yo siempre intenté ayudarle. Y de repente me ningunea de ese modo, y ni siquiera me explica por qué no me invitaba. Semanas más tarde, Fernando me dijo que había una proyección para prensa, pero le dije que mejor que no. A mí me dolió que no me invitaron al estreno porque yo a Fernando no le había hecho nada. Y si Joaquín no quería que yo estuviera cerca de él, coño, mándame a la fila 40, pero invítame. El otro día me salió en la portada de Movistar y lo cambié rápidamente. Me dolía.
Cuando compartiste el mensaje anunciando la ruptura, en noviembre, está claro que no era algo «contra todo pronóstico», como escribiste usando un juego de palabras con el título de la gira de Sabina.
Hombre, cuando me daban largas y no me dejaban ir a su casa a verles, empecé a pensar ‘aquí pasa algo’, pero en el fondo siempre creía: ‘por mucho que esté pasando, no me puede dejar fuera de su última gira’. No podía imaginar eso, porque no había un solo motivo para que me despidiera, pero una semana antes de que me mandara su email vi que el guitarrista Borja Montenegro ponía en Instagram que formaba parte de la nueva gira de Joaquín…
Le habían dado tu trabajo.
Exacto. Que Borja es mi amigo y tampoco me avisó. Es que es una cosa, y otra, y hostia, yo pensaba, ‘¿que está pasando, qué les he hecho? ¿Es que he matado a Kennedy?’ No ha dado la cara ninguno. ¿Cómo es posible que sin estar yo despedido pongas oficialmente a otro guitarrista? Éramos amigos, éramos amigos. No entiendo por qué hacen todo esto… Te estoy diciendo muchas cosas que luego a lo mejor me arrepiento de verlas escritas. No sé, yo soy un tío honesto, yo soy un tío que da la cara por sus amigos, pero mis amigos no la han dado por mí. Han preferido cuidar su trabajo o su prestigio que dar la cara por mí. Allá ellos. Yo siempre les voy a recibir con un abrazo porque soy un gilipollas (ríe), pero lo voy, a hacer, ¿si viene Joaquín cómo no le voy a dar un abrazo? Lo haré y lloraré.

Y termina llorando, se disculpa, se ríe. «Joder, al final se me han saltado las lágrimas».

Conforme a los criterios de

The Trust Project

Saber más

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *