En el artículo de hoy, compartimos el artículo sobre Mundial 2022 Qatar: Lo ‘mal’ que juega Marruecos. Puede encontrar detalles sobre Mundial 2022 Qatar: Lo ‘mal’ que juega Marruecos en nuestro artículo.
Lo fundamental en el fútbol es que gane el equipo de cada cual. Eso lo sabemos todos, aunque algunas personas más púdicas intenten ocultarlo hablando de justicias, deudas, estilos y cosas así. Si alguien realizara una encuesta -anónima, claro- de más precisión que las electorales y preguntase a un universo de aficionados o ‘buenos aficionados’ sin prefieren ver el mejor partido de la historia, con derrota de su equipo, o el peor, con triunfo de sus colores, probablemente la conclusión sería que el fútbol en sí, como deporte, le gusta realmente a muy poca gente.
Y el fútbol lo sabe. Por eso es un deporte inmovilista, que ha evolucionado muy poco desde sus inicios y en el que cualquier novedad, como el arbitraje electrónico, es siempre mal recibida -las sustituciones de jugadores, por ejemplo, así lo fueron-. Pero como decir tal cosa queda feo, periódicamente se habla de la ‘belleza’ y del ‘estilo’, como ideales. Discurso desmentido por el hecho de que sigue ganando quien mete más goles y menos concede y no se dan puntos extra por grandes jugadas.
En este juego de legitimidades de mi equipo e ilicitudes del rival periódicamente se habla de ‘estilos’. De ‘jugar bien’. Volvemos a lo de antes: todo el mundo sabe que el ‘jugar bien’ sólo es admisible si se gana. Y si se gana, cualquier forma de jugar es buena, ya sea que tu equipo juegue como la Filarmónica de Berlín o los Rolling Stones o que los balones entren llorando mientras ovejas dormitan ante la tele.
Y ahora se dice que Marruecos juega ‘mal’. Que Marruecos juega ‘feo’. La verdad es que decir tal cosa es cerrar los ojos a la historia del fútbol pero claro, a la horaperder y justificar la derrota, cualquier cosa vale (¿No han oído a equipos de campanillas decir que el campo era muy pequeño tras perder ante rivales de Tercera o así?), que ya don Santiago Bernabéu que una de las razones de que el fútbol fuera popular es que podías ser hipócrita sin que nadie te pidiera cuentas.
Marruecos juega cerrado. Marruecos hace despliegues físicos. Vale ¿Y qué? ¿No hizo Italia en su día bandera de ese tipo de juego? ¿No es el ‘contragolpe’ que muchos equipos y entrenadores de ayer y hoy, de Helenio Herrera a Mourinho, otra forma de decir que me cierro para que el rival haga el gasto y juego con balones largos? ¿Se hundió el futbol cuando Grecia ganó la Eurocopa 2004? ¿O cuando Italia ganó a Brasil en el Mundial 82? ¿No se cita con respeto, cuando se los cita, a Karl Rapplan y Nereo Rocco como inventores del catenaccio? (*).
No. Cuando el fútbol rácano pierde -y no lo practica tu equipo- gusta señalarlo. Recordemos el 1-7 a Brasil en el Mundial 2014. Pero cuando lo practica tu equipo, lo que importa es celebrar el triunfo. Hagamos otra encuesta preguntando si firmaríamos que en nuestro equipo jugara Messi, y ganar el Mundial jugando con Messi de defensa central, y veríamos los resultados.
Por lo tanto, amigos y amigas de Marruecos, no presten oídos a cantos de sirena ni a purismos. Jueguen como quieran. Jueguen como les convenga. Salgan y diviértanse y, para eso, lo mejor es ganar. El fútbol es asi. Y quien quiera espectáculo, que vaya al circo, como dijo Alfredo Di Stefano.
(*) El ‘cerrojo’, en origen, era jugar con tres defensas. En eso sí ha evolucionado el fútbol.