Ízbor celebra sus fiestas patronales de San José y la Virgen María en Navidad

Los vecinos de la localidad de Ízbor, perteneciente desde el año 1976 al municipio de El Pinar, en la comarca del Valle de Lecrín, han celebrado sus fiestas patronales en honor a San José y la Virgen María. La banda de música Nuestra Señora del Carmen de Dúrcal, dirigida por Jorge Berrio, se ha encargó de amenizar las fiestas que ahora duran un solo un día y que hace años, cuando había más población, duraban cuatro días. La misa fue oficiada por el sacerdote de este y otros pueblos del Valle de Lecrín, Francisco Javier Ortega. En esta fiesta también estuvieron presentes el alcalde de El Pinar, Francisco Titos, y las concejalas María Mercedes Moreno y Alba María Romero. Hubo muchos fuegos artificiales. El Ayuntamiento, según el alcalde, ha sufragado los gastos de la banda de música, los cohetes, etcétera.

También estuvo en esta fiesta el célebre vecino de Ízbor, Juan Gordo Salazar, de 78 años de edad. «Antes duraban las fiestas varios días y la gente lo pasaba muy bien celebrando también la Navidad. Solía venir la banda de música de Lanjarón casi siempre. Antes había mucha gente en Ízbor y ahora no queda mucha. Antes en estos días también se celebraba en cada casa la matanza del cerdo. Había cuatro tabernas y ahora ninguna. Solo queda una tiendecilla. Las escuelas nacionales estaban repletas de niños. Una maestra, doña María, daba clase a más de un centenar de niños ella sola. Mi padre se llamaba José y mi madre Encarnación. Yo he sido panadero, he defendido un bar y un lugar para bailar, y he trabajado en el campo. He comprado mucha labor en mi vida y poseo muchos olivos y almendros. Hice la mili en Alicante y Valencia. Después me casé con Carmen Álvarez y tuvimos un hijo, José. A mi me encantan las fiestas de Ízbor, me traen muchos recuerdos. Eso sí, antes había menos dinero pero más alegría. Había más amor al prójimo», terminó diciendo.

Hace unos años Eugenia López manifestó que cuando ella era muy joven solían amenizar las fiestas de su pueblo las bandas de música de Padul y Dúrcal. También, recordó que «acudía a tocar el acordeón un hombre muy bueno que le decían ‘Berruga’. También dijo que una vecina de Ízbor que era ciega, la ‘Tía Pura’, se ponía en la placetilla de la iglesia a vender con su cesta de mimbre turrón, garbancillos tostados y caramelos. En aquel tiempo el dinero escaseaba. Los músicos, que acudían el día de la procesión comenzaban a tocar en la aldea de Los Acebuches. El almuerzo lo realizaban en las tabernas de mi pueblo. Tocaban y tocaban y no paraban de tocar. Entonces éramos muchísimos vecinos y no como ahora que quedamos pocos», indicó.

Eugenia López también recordó hace varios años cuando iba a recoger aceituna y a lavar los trapos al río. «En el tiempo de la recogida de la aceituna todo el mundo salía al campo. Aquí se ha trabajado en todas las labores de la tierra. Ahora no tanto. Yo recogí muchísima aceituna en otros tiempos y lavé la ropa en el río. Recuerdo que dejaba en la cuna acostada a mi hija porque era y sigue siendo muy buena. En aquellos tiempos se realizaban antes de la Pascua, principalmente, las matanzas caseras de los cerdos que meses antes se habían adquirido pequeños en Órgiva. También se criaban cabras para la leche, gallos, gallinas y pavos. Una vez me robaron un pavo y un gallo alguna persona que lo necesitaría. Los bailes se realizaban, por ejemplo, en las casas del ‘Tío Dionisio’, Manuel ‘El Coroño’ y Manolo», terminó diciendo Eugenia.

En 1850 había en Ízbor dos molinos de aceite, uno movido por agua y otro movido por una bestia. También hubo otro molino de grano. En ese tiempo Ízbor tenía 308 habitantes. Tablate pertenecía a este municipio y ahora pertenece al municipio de El Pinar junto a Pinos del Valle, Ízbor y Los Acebuches.