Al menos tres personas han muerto y varias han resultado heridas en un tiroteo en el distrito 10 de París, en pleno centro de la capital francesa, y frente a un centro cultural kurdo. Uno de los heridos está en estado crítico y otros dos se encuentran heridos de menor gravedad. El principal sospechoso, un jubilado de 69 años con antecedentes racistas, ha sido detenido.
El fallecimiento de los activistas kurdos ha provocado protestas en la zona. Las palabras de los responsables políticos no calmaron a la comunidad kurda, que tras la intervención del ministro ante la prensa comenzó una sonora protesta que terminó con enfrentamientos con las fuerzas del orden y daños en el mobiliario urbano.
Los agentes replicaron con gases lacrimógenos para calmar los ánimos, pero la manifestación, espontánea, continuó hasta entrada la noche. Emmanuel Grégoire, teniente de alcalde de París, publicó un mensaje en las redes para transmitir «un pensamiento por las víctimas» y por los que han presenciado «el drama».
El sospechoso, con antecedentes por ataques racistas y que había salido de prisión el día 11 tras haber atacado un campamento de inmigrantes, era jubilado de SNCF, la empresa estatal de ferrocarriles, donde trabajó como conductor.
Entretanto, la extrema izquierda francesa publicó varios mensajes apuntando a la ideología de ultraderecha como responsable del tiroteo.
El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, consideró el acto un «atentado terrorista» y pidió «mayor protección» para la comunidad kurda, al tiempo que la portavoz parlamentaria de su partido, Mathilde Panot, pidió neutralizar a «una extrema derecha que mata». La líder ultraderechista Marine Le Pen, por su parte, se limitó a condenar la acción y no entró en el debate sobre su autoría.
Según informa Le Parisien, el tiroteo tuvo lugar cerca del centro cultural kurdo Ahmet-Kaya, en el núnero 16 de la calle Enghien. De nacionalidad francesa, el autor de los disparos sería jubilado de la SNCF, la empresa estatal de ferrocarriles, donde trabajaba como conductor. Durante su arresto, la policía se hizo con el arma que usó para disparar.