1675550713 Estados Unidos derriba el globo espia chino sobre el Atlantico

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Momento en que el globo es derribado con un misil / REUTERS

Biden ordenó desde el primer día destruir la aeronave en cuanto no hubiera riesgos por si había registrado datos «sensibles» militares

El globo-espía chino terminó ayer su vuelo. Un caza estadounidense lo derribó con un misil mientras se alejaba de las costas de Carolina del Sur hacia el interior del océano Atlántico. Los restos se hundieron en el agua sin que causaran daños en su caída, el motivo por el que la Casa Blanca decidió no abatirlo desde que entró el pasado miércoles por Canadá y fue visto sobre el Estado de Montana. Ese mismo día, el presidente Joe Biden dio orden de destruirlo, pero cuando ya no existieran riesgos para la población.

En la operación participaron dos aviones de combate y tuvo lugar sobre las dos y media de la tarde (20.30 horas en España). Un misil impactó contra el aerostato, que explotó en medio de una nube de humo visible a distancia. Numerosos testigos grabaron la escena con sus teléfonos móviles. Queda por saber ahora cuál será la respuesta de China a esas imágenes. El Departamento de Defensa, que actuó en coordinación con las autoridades de Canadá –ambos comparten el Comando Conjunto de América del Norte–, señaló que fue una «acción deliberada y legal» frente a la «inaceptable violación de nuestra soberanía» por parte de la República Popular.

Vigilancia estratégica

Antes del derribo se cerró el espacio aéreo sobre Carolina del Norte y Carolina del Sur, lo que obligó a dejar inoperativos los aeropuertos de Charleston, Wilmington y Myrtle Beach durante algunas horas. Antes de asomarse al Atántico, el dirigible había cruzado ya 3.000 kilómetros de territorio estadounidense, entre ellos los Estados de Kentucky y Tennessee, y habría sobrevolado varias instalaciones «sensibles» militares. Su paso por Montana se relacionó con la ubicación de una de las tres bases donde EE UU guarda sus misiles Minuteman III.

El secretario de Defensa, Lloyd J. Austin, aseguró que el aerostato «estaba siendo utilizado por la República Popular China en un intento de vigilar sitios estratégicos». El Pentágono tratará ahora de recuperar los restos. Este hecho le permitiría averiguar qué tipo de dispositivos incorporaba e incluso qué información almacenaba, siempre que la caída haya dejado el suficiente material en un estado aceptable. También será la oportunidad de comprobar si, como asegura Pekín, la aeronave se trata en realidad de una sonda meteorológica.

La siguiente consecuencia será diplomática. Internacional. De cómo el presidente Xi Jinping, su gabinete y la cúpula del Partido Comunista Chino encajarán la destrucción de una propiedad de su Gobierno en una acción aparentemente militar. Por la mañana, Biden, de visita en Syracuse (Nueva York), fue interpelado por los periodistas sobre el vuelo del globo-espía y respondió: «Nos vamos a ocupar de eso». Es realidad, el Pentágono ya tenía prevista su destrucción desde hace al menos tres días, lo que alimenta la hipótesis de que también el presidente Xi Jinping estuviera al corriente de lo que iba a suceder. El secretario de Estado, Antony Blinken, conversó con el consejero de Estado de la República Popular, Wang Yi, en la noche del viernes. Wang reiteró el argumento inicial de su Ejecutivo de que el artilugio era, en realidad, una sonda científica que sufrió un «accidente por causas forzosas» al desviarse de su trayectoria original debido a las corrientes de aire. También se comprometió a poner todo de su parte para resolver el incidente. Los dos apostaron por mantener «abiertos» los canales de comunicación mutuos.

Otra incógnita es hasta qué nivel disparará la destrucción del dirigible la tensión entre Washington y Pekín y por cuánto tiempo. Blinken recriminó a su interlocutor el «acto irresponsable» de enviar un globo-espía a sobrevolar Estados Unidos. El secretario de Estado hubiera iniciado hoy una visita histórica al gigante asiático para entrevistarse con el presidente Xi Jinping, pero el viernes señaló que, ante la «clara violación de la soberanía» de EE UU y la polémica organizada en torno a la aeronave, el contexto resultaba «perjudicial» para la agenda y el tono en que debiera haber transcurrido la cumbre bilateral.

Por su parte, Pekín mostró su enfado por lo que consideró una «reacción exagerada» de Washington y aseguró que «algunos políticos y medios en Estados Unidos usan el incidente como pretexto para atacar y difamar a China», según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

«No es necesario que haya una nueva Guerra Fría». Biden pronunció está frase tras su entrevista con Xi Jinping el pasado noviembre en Bali. Los dos presidentes salían satisfechos de una reunión que aventuraba una distensión en las relaciones entre sus gobiernos. Hoy resulta difícil creer que la animosidad y la confianza continúan a aquel nivel. O si siquiera continúan. Si alguien lo había entendido así, el globo ya no es una anécdota jocosa.

. Pero si un artilugio desaparece, otro permanece. El Departamento de Defensa de Estados Unidos detectó ayer la presencia de un segundo globo chino sobrevolando América Latina. El portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder. confirmó este hecho a la cadena CNN con el siguiente mensaje: «Estamos viendo informes de un globo en tránsito por América Latina. Ahora evaluamos que es otro globo de vigilancia chino». Aunque no quiso desvelar la ubicación de este aerostato, fuentes militares señalaron que se encontraría sobre Costa Rica y que cientos de personas lo habrían observado a simple vista. Al contrario de lo sucedido con el primer artilugio, que entró en territorio estadounidense después de surcar los cielos de Alaska y Canadá, Defensa informó de que este segundo aparato mantenía una trayectoria totalmente alejada de EE UU.

Según su versión, se trataría también de un globo-espía como el que la Fuerza Aérea identificó sobre Montana e inmediatamente relacionó con un supuesto objetivo de obtener datos de la zona donde se ubica una base de misiles Minuteman III. Pekín, sin embargo, insiste en que el aparato es una sonda meteorológica para estudios científicos.

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