El Gobierno se desangra por la ley del slo s

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La tensin en el Gobierno de coalicin por la ley del slo s es s ha alcanzado su cota ms alta. El PSOE ha registrado este lunes en el Congreso su propuesta de reforma de una norma que ha beneficiado a ms de 400 agresores sexuales y lo hizo en solitario, ya que no ha logrado llegar a un acuerdo con Unidas Podemos sobre cmo poner un dique a la cascada de revisiones de condenas a la baja.

Aun as, el equipo de Pedro Snchez todava confa en sellar un pacto con la formacin morada durante el trmite parlamentario y lograr el apoyo del bloque de la investidura para aprobar su reforma por la va de urgencia este mes. «Con el PP no tenemos nada que negociar», aaden desdeando la mano tendida de Alberto Nez Feijo a apoyarla si no contiene «ninguna chapuza».

Lo que plantean los socialistas es subir las condenas mximas de los delitos sexuales para retomar las que se aplicaban antes de la entrada en vigor de la nueva ley en octubre. En Unidas Podemos, en cambio, los acusan de querer «volver al Cdigo Penal de La Manada» ignorando la ola feminista que se levant contra la primera sentencia de la violencia mltiple en Pamplona antes de su correccin en el Tribunal Supremo.

La herida abierta en el seno de la coalicin por este asunto es profunda y sangra, de las ms graves en los tres aos de legislatura, pero, al menos de momento, no ir a ms. Los dos socios de gobierno descartan una ruptura -«slo quedan unos meses»-, pero las fuentes consultadas s constatan una tensin en aumento. En concreto, desde la aprobacin de los Presupuestos en el Congreso el pasado 24 de noviembre.

En el PSOE no contemplan que Podemos abandone el Consejo de Ministros -«Dnde van a ir!», ironizan fuentes socialistas- y los morados consideran que esta confrontacin por el slo s es s justifica su presencia en el Ejecutivo y que an hay normas importantes para ellos encima de la mesa todava por aprobar. «Sera tirar la toalla». Ninguno est por la labor de divorciarse, pero hay un pensamiento comn: «La situacin es tensa».

Hay expectacin primero por ver cmo se resuelve la iniciativa socialista, con qu apoyos sale adelante, si es que sale adelante -«Ojo con fiarse del PP», admiten fuentes gubernamentales- y en el horizonte se asume un escenario permanente de espadas en alto, que tendr continuacin este mismo jueves con la votacin de la Ley de Bienestar Animal, que enfrenta a los dos socios por la inclusin/exclusin de los perros de caza. En la coalicin se percibe que los choques saltan de esfera, de la cuantitativa a la cualitativa: antes haba coincidencia en la esencia de las propuestas, pero cada vez las posiciones enfrentadas tienen que ver con la mdula de los textos y no con una cifra de ms.

La estocada, en todo caso, es palpable. En el sector socialista hay mucho malestar con Podemos por su posicin y declaraciones de los ltimos das, tratando de presentarlo como un partido que cede a las presiones. «No cedemos ante ninguna presin», claman. Y expresan que igual que ellos cedieron y perdieron la batalla de la ley trans, ahora les ha tocado a Podemos. Los morados, sin embargo, consideran que Moncloa no ha cedido en esta negociacin y que el PSOE aprovecha temas sociales e ideolgicamente sensibles para tensionar.

Imagen de estabilidad

Pese que es el momento ms difcil que atraviesa el bipartito, la ruptura no se concibe. Es el mensaje que se lanza con y sin micrfonos. Snchez ha vendido estos aos una imagen de estabilidad y certidumbre frente a otros gobiernos europeos -Italia o Reino Unido- y contraponiendo la coalicin a los ejecutivos autonmicos de PP y Cs, todos -salvo Andaluca- rotos antes de tiempo. Romper derribara ese relato a las puertas de la presidencia espaola de la UE.

Ninguno de los dos socios aboga hoy por poner en cuestin la convivencia en el Consejo de Ministros y, desde los dos sectores, se aade la coletilla de que menos an a las puertas de unas elecciones. «Lo nico que se quiere es que vayamos todos de la mano», exponen fuentes socialistas. «Hay disposicin a acordar si se puede», dicen desde Podemos. El agua llega al cuello, pero an respiran.

En todo caso, los morados han entrado en una estrategia agresiva de diferenciacin para resucitar electoralmente y ganar peso frente al PSOE y Yolanda Daz. Agarran cada tema con la intencin de colocar al socio como un partido al que le «tiemblan las piernas» o a la vicepresidenta como alguien que sin ellos no dara esas batallas. A eso responde que ataquen de manera furibunda a grandes empresarios y la banca acusndoles de «usureros» o a subir el tono con el PSOE hasta el punto de vincularlo con las tesis de Vox y el PP en la ley del slo s es s o en la de bienestar animal.

Lo paradjico es que, pese a la escalada verbal y ambiental, Podemos se agarra con uas y dientes al Consejo de Ministros. Los dirigentes descartan tajantemente dimitir o salir por su propio pie del Gobierno, con la mentalidad de que quien rompe aparece luego como culpable. As, la premisa es aguantar y apretar las filas para ganar cada pulso.

Esta atmsfera a quien debilita es a Yolanda Daz, que ha hecho de la poltica sin ruido y de tono bajo su gran apuesta y diferenciacin de Podemos. Pero la vicepresidenta se las est viendo para sortear cada bala que dispara el partido morado, ms an si son misiles, porque cada tema acaba siempre con las mismas preguntas: con quin est Daz?, qu va a hacer ella?, apoya esa posicin? Con el slo s es s se present su papel como una suerte de mediadora para propiciar un acuerdo, pero ayer mismo Podemos se neg a reconocer que hubiera jugado ese rol.

Corregir un error

En el ala socialista de la coalicin reconocen que ha habido un error en la elaboracin de esta norma porque ahora las condenas pueden ser mayores por romper una ventana para entrar a robar en una vivienda o sustraer una cartera que por agredir sexualmente una mujer. Adems, insisten en que la nica solucin viable es la que plantean ellos y consideran que la alternativa que proponen en Podemos tiene poca solvencia tcnica.

«La subida de penas es una decisin poltica y en eso hay que tener valenta, determinacin y hacer lo que se tiene que hacer», ha subrayado este lunes la ministra de Justicia, Pilar Llop, en un encuentro con periodistas. «Nosotros construimos leyes, no relatos. Los jueces aplican leyes, no relatos. Y lo que cambia la vida de la gente son las leyes, no los relatos», ha aadido en crtica implcita a los socios morados.

Podemos, por su parte, va a tratar de buscar un frente parlamentario con el bloque de investidura para aislar al PSOE y dejarlo en manos del PP. No dan por acabada la negociacin y buscan un acuerdo global que incluya ms medidas ajenas al Cdigo Penal para implantar la ley del s es s.

Tramitacin. La Mesa del Congreso calificar previsiblemente hoy la proposicin de ley registrada ayer por PSOE para modificar la ley del ‘slo s es s’. De ser as, su admisin a trmite podra votarse en hemiciclo de la Cmara Baja el prximo martes, 14 de febrero. Se necesita mayora simple -ms ‘ses’ que ‘noes’- para su tramitacin.

Aprobacin. El objetivo de los socialistas es que la correccin de la norma entre en vigor este mismo mes por la va de urgencia. Unidas Podemos ya ha anunciado que no apoyar esta propuesta y planea dejar a su socio en manos del PP, que con que se abstuviera permitira la aprobacin.

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