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El Covirán hizo lo que pudo y, en la actualidad, no es suficiente tras las ausencias de sus dos pívots titulares: Felicio y Maye. Demasiado para los granadinos, que cayeron ante un potente Valencia por su propio poco peso, escaso el equipo nazarí de estatura y corpulencia en la zona. Aunque, lo que son las cosas, el partido se rompió en el exterior, donde los taronjas se mostraron infalibles en el arranque con 6/6 en triples. Así se fraguó una distancia que se hizo casi insalvable a partir del tercer cuarto (43-62) y tras un 17-33.
Quedó la tranquilidad de que los últimos clasificados, Baxi Manresa y Betis, volvieron a perder y siguen a tres triunfos de margen. No obstante, o el Covirán refuerza la plantilla en el juego interior, o la permanencia no solo será difícil, sino que lo será también el simple hecho de competir en una categoría de tanto nivel como la Liga Endesa.
El Valencia Basket se presentó en el Palacio de los Deportes con una vieja cara conocida por la afición, la del internacional Víctor Claver, el único jugador que permanece de la última plantilla taronja que visitara Granada, en la anterior etapa de ACB, superviviente tras su paso por la NBA y que alcanza ahora los 300 partidos con la camiseta naranja.
Álex Mumbrú, todo un campeón del mundo como jugador y que cuenta con Fernando San Emeterio entre sus ayudantes en el banquillo, reservó al base americano con pasaporte armenio Chris Jones tras los dos partidos de Euroliga, martes y jueves, saldados con victoria sobre el Panathinaikos en casa y derrota fuera frente al Bayern Múnich.
El técnico tuvo que decidir entre Rivero, Webb III o Harper, los tres extracomunitarios de la plantilla y realizar un descarte, por lo que eliminó esta vez a Harper, además de que entre su arsenal tiene lesionados de larga duración a los bases Sam Van Rossom y Martin Hermannsson, más al joven alero Millán Jiménez.
En los aspectos técnicos, el rebote tuvo mucho valor, debilitado el equipo nazarí bajo los tableros sin el tándem Felicio-Maye, cuando el Covirán destacó como segundo de la Liga en totales (38,64) y brilló en ofensivos, con 11,7 (tercero) por partido y 11,4 del Valencia (quinto), que concedió diez al Panathinaikos. Sin embargo, en el pilotaje del juego están igualados en 16 asistencias y el tiro, el del Covirán es mejor de dos que de tres, mientras que el porcentaje de triple del Valencia mejoró del 35,8% al 39,9% esta semana en la Euroliga, con 12/32 y 11/27 frente a Panathinaikos y Bayern.
Baloncesto moderno
Un triple de Bropleh dio la delantera al 5-3 con Renfroe, Christian, Vilà y Niang de acompañantes de salida, mientras que Mumbrú partió con Jones, Radebauhg, Puerto, Webb III y Dubljevic. También probó Renfroe de tres en vista del 6/6 del Valencia. Tiempo de Pin con 10-18 porque los taronjas recordaron que el baloncesto moderno es ya lanzar más de tres que de dos, anotaron de forma infalible Webb y Radebaugh, dos, y Puerto y Dubljevic, uno.
Pin movió el banquillo con Ali, Jacobo, Iriarte y Costa y mantuvo a Bropleh. Por fin Webb falló desde lejos, 6/7 en triples para los naranjas. Pere Tomàs fue el último recambio por el alero de Denver. Al final del primer cuarto un claro 18-26 y sin apenas resistencia interior.
La segunda manga arrancó con algunas pérdidas y tiros erráticos, a pesar de la vuelta de Renfroe, por lo que, tras un parcial 0-7 (18-33), el entrenador nazarí se vio obligado a detener el reloj, habían transcurrido solo dos minutos. Daba la impresión de que el Valencia había roto el encuentro a medio gas, todo gracias a su letal lanzamiento exterior. El caso es que los rojinegros habían lanzado liberados, en buenas situaciones, seleccionadas, pero sin acierto.
Mumbrú empezó con las rotaciones y el Valencia se sentía cómodo en el parqué del pabellón del Zaidín. Niang dio un susto en una caída pero se recuperó. El reparto de puntos en la plantilla taronja, nueve jugadores habían ya anotado, explicó el potencial del adversario de nivel Euroliga.
Christian y tiros libres
Bropleh dio un respiro al ataque nazarí para el 28-41, a cuatro minutos del descanso, con tiempo de Mumbrú. La defensa nazarí apretó y Christian acercó al 33-43. El base canario alteró a la defensa valenciana con su chispa y energía. Y el Covirán mantuvo el tipo a pesar de su habitual desperdicio de tiros libres (5/11 y un 45,5%), la esclavitud que tanto le condena, el 36-47 del intermedio resultó ser bastante digno. El equipo granadino funcionó en su juego, pero está falto de recursos y limitado en la pintura y eso lo acusa.
El Valencia aumentó el hueco en el marcador al inicio de la tercera manga, con 43-62 y tiempo de Pablo Pin, además Niang cometió la tercera falta y se estrelló en un mate infructuoso. Las aguas habían vuelto a su cauce.
El cubano Rivero aprovechó los balones en el poste bajo, por lo que la diferencia resultó insalvable, al tiempo que Iriarte se colocó con cuatro faltas tras dos consecutivas, el balear, al igual que Ramón Vilà, se mostró a una marcha menos que los taronjas, también Ali y Renfroe estuvieron intermitentes y el Covirán apenas vivió de los destellos de Christian Díaz, la racha de inspiración de ‘Petit’ Niang y el trabajo oscuro pero constante de Jacobo Díaz.
Demoledor 17-33
Los pases interiores que antes llegaban a Felicio fueron interceptados sin que los pívots granadinos sacaran ventaja casi nunca. También se echó en falta a Luke Maye, por lo que abre el campo y sus transiciones rápidas que impiden la colocación de la defensa contraria. Al final del tercer acto, el demoledor 53-80 convirtió el último cuarto en un trámite para la reflexión.
El parcial de 17-33 en la tercera manga fue revelador. El Covirán tendrá que plantearse la incorporación de dos pívots, puede que uno no sea suficiente a tenor de lo visto, aunque de momento el criterio del club, anunciado por el presidente Óscar Fernández-Arenas, es encontrar un refuerzo ‘de diez’ en vez de dos ‘de cinco’, en palabras textuales del dirigente granadino.
Ficha técnica
Covirán Granada (18+18+17+28): Renfroe (14), Christian Díaz (11), Bropleh (13), Vilà (2) y Niang (12) –cinco inicial–, Ali (9), Tomàs (7), Jacobo Díaz (6), Costa (6), Iriarte (1).
Valencia Basket (26+21+33+30): Jones (10), Radebaugh (15), Puerto (11), Webb III (8) y Dubljevic (11) -cinco titular- Ferrando (5), Pradilla (4), López-Arostegui (17), Prepelic (12), Claver (0), Alexander (6), Rivero (11).
Parciales: 18-26, 18-21 (36-47, descanso), 17-33 (53-80) y 28-30 (81-110, final).
Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Esperanza Mendoza y Joaquín García González. Eliminado: Radebaugh (m.38).
Incidencias: Partido de la 12ª jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio Municipal de los Deportes de Granada. 5.247 espectadores, la entrada más floja de la actual temporada.