De Rumana al ndico: as son las Navidades en una misin militar

EL MUNDO habla con tres de los 2.900 soldados que pasan las fiestas fuera de Espaa

Cuando Juan Carlos I cumpli 60 aos, viaj ese 5 de enero hasta Bosnia para visitar a los efectivos de la Agrupacin Aragn que pasaban el invierno desplegados. Para que el Jefe del Estado pasara la vspera de Reyes con ellos, muchos de los soldados que estaban de permiso en sus casas vieron interrumpido ese descanso. Incluso alguno tuvo que pedir un favor a los Reyes Magos: que hicieran su magia y llegaran a las casas unos das antes. El tres de enero, por ejemplo.

Un cuarto de siglo despus, 2.900 militares espaoles pasan estas Navidades lejos de casa. Lo hacen repartidos por el mundo, conscientes del servicio que realizan por la seguridad de Espaa, pero tambin buscando frmulas para aliviar la aoranza de esos das.

Con ese adjetivo describe sus sentimientos el oficial de electrnica Santiago Gonzlez-Aller, quien desde hace un mes est en algn punto del Ocano ndico embarcado en la fragata Santa Mara. l forma parte de los 375 militares que participan en la operacin Atalanta de lucha contra la piratera. An no han alcanzado el ecuador de la misin y para el oficial esta Navidad es casi la ms difcil pues en casa deja a su mujer y su primera hija, de menos de un ao. La aoranza es grande, ellas son quienes soportan el peso de que falte y el extra que eso conlleva, confiesa. Gonzlez-Aller asegura que todos los miembros de la misin cargaron en su petate decoracin navidea. Adems, el servicio de mensajera se organiza para que reciban regalos de sus familias. No he pedido nada, pero mi mujer conoce el servicio, as que espero que haya alguna sorpresa, bromea. Gonzlez-Aller cuenta que el compaerismo de a bordo hace que estar lejos de casa sea ms liviano. Al final se hace una pequea familia. Describe la vida a bordo entre rutinaria e intensa y asegura que se come muy bien y hay un equipo de cocina muy bueno. Ellos fueron los responsables de servir la cena el 24 y tambin lo harn en Nochevieja, donde -si la misin lo permite-, tendrn unas fiestas especiales.

El subteniente Ronco recuerda con especial cario las Navidades pasadas. Estuvo con su mujer y sus dos hijos en una casa que tienen en un pueblo de menos de cien habitantes. Fue una experiencia brutal, a todas horas apretaos, que es lo que a m me gusta, rememora. Pero aqu tengo a otros 129 para apretarme, dice optimista. No son las primeras Navidades de Ronco fuera, a quien le gustan tanto los aviones que con 18 aos ingres en el ala 15 del Ejrcito del Aire. Es la sptima misin en la que participa este inspector del control de calidad del armamento, que desde hace un mes forma parte del destacamento Viespe, con el que 130 militares estn desplegados en la misin de la Polica Area Reforzada con la que la OTAN vigila la frontera Este de su territorio. Ronco asegura que a su familia le duele como la que ms que est fuera pero ya estn acostumbrados. Lo que peor lleva es cuando hay algn problema en casa: Y pienso que si estuviera ah igual lo resolvera rpido, asegura. El subteniente, que tambin particip en misiones en Bosnia y Kosovo en los 90, confiesa que este primer mes ha sido duro por la falta de material pero lo suplen con la hospitalidad de las tropas rumanas. En otras misiones tenemos ms material pero no te ayudan. Aqu hacen todo lo posible por conseguirte cosas, aunque tenemos que tirar bastante de nuestro expertise.

En el hangar donde descansan los ocho F-18 que Espaa aporta a la misin han colocado un rbol grande de Navidad y varios pequeos. Adems, la ciudad est toda iluminada: Aqu pero hay tantas luces que te sientes como en casa, describe. Lo importante es que estemos todos juntos, que nadie se quede solo.

El sargento Baranica siente incertidumbre ante sus primeras Navidades fuera. Desplegado desde hace un mes en la misin Presencia Reforzada Avanzada de la OTAN en Letonia, este sargento de 32 aos, nacionalizado espaol cuando tena once, explica a EL MUNDO que se hizo militar como agradecimiento: No hay mejor manera de devolver a Espaa el favor que me hizo de acogerme y formarme que vistiendo este uniforme, sentencia. Esta es su tercera misin fuera, pero la primera en Navidades. No s cmo ser. Somos inmigrantes as que somos poquitos en Espaa, la familia directa y mi pareja. Para nosotros es muy importante juntarnos en navidad.

Sin embargo, la OTAN est haciendo lo posible para que el Battle Group que trabaja en Letonia se sienta cuidado en estas fechas. A la entrada del hotel tenemos un Beln y un rbol de Navidad que hemos comprado aqu, y se han organizado algunas actividades adems de las cenas del 24 y del 31, explica. As, a los 650 soldados espaoles que les llevarn a ver mercadillos navideos en Riga. Al sargento Baranica le anim a participar en esta misin el trabajar en un ambiente multinacional hablando en otra lengua.

Est destinado en la oficina de logstica del Battle Group junto a un eslovaco, un polaco, dos espaoles ms y un canadiense. Entre todos coordinan los suministros para que todos los pases tengan lo que necesitan. Este mes que lleva le ha sorprendido que los espaoles somos los trabajadores ms duros y ms disciplinados.

Los tres militares, cada uno de un Ejrcito, coinciden en la gran preparacin de las Fuerzas Armadas espaolas. Cuando dices que eres espaol sientes el respeto porque somos los nicos suboficiales con una formacin especfica tan amplia, cuenta Baranica. Yo soy evaluador de la OTAN y Espaa est muy bien valorada, muchas veces nos ponemos el techo nosotros mismos, reflexiona Ronco. Estamos contribuyendo a la paz y a la seguridad, resume Gonzlez-Aller.