Cristina Pedroche (34 años) ha dado de nuevo la campanada este sábado 31 de diciembre de 2022 en la Puerta del Sol de Madrid. No hay año que falle. Todas las miradas están puestas sobre la vallecana cada Fin de Año, porque nadie como ella sabe mantener la intriga acerca de su vestido en su ya imprescindible presencia en el balcón más famoso del kilómetro cero español.
Después de que el año pasado sorprendiera a propios y extraños al decantarse por un diseño ya existente -en vez de uno creado exclusivamente para ella- como homenaje al desaparecido y célebre diseñador Manuel Piña, en este 2022 el reto se antojaba difícil, pero una vez más la presentadora ha causado una revolución en las redes sociales y ha agitado las hogareñas cenas de Nochevieja de este año que está a punto de tocar a su fin gracias a su llamativo vestido.
En esta ocasión, el mensaje que se oculta tras el diseño de la mujer de David Muñoz (42) es claro: dar visibilidad a la realidad de las personas refugiadas en todo el mundo. Como cada año, las Campanadas representan un momento para comenzar el año con nuevos deseos y nuevas oportunidades. Sin embargo, para muchas familias en el mundo esto no va a ser posible.
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En la actualidad, más de 100 millones de hombres, mujeres y niños se han visto forzados a abandonar sus hogares para escapar de la guerra, conflictos y persecuciones. De esta manera, y con el objetivo de ofrecer visibilidad a estas familias y personas, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y el Comité español de ACNUR se convierten en protagonistas en estas históricas Campanadas 2022, de la mano de Cristina Pedroche.
A través de su vestido, Cristina pretende plasmar la realidad de estas personas junto con sus deseos para el próximo año, en una suerte de diálogo entre la reivindicación de los derechos humanos y la moda. Y qué mejor manera de hacerlo que a través de la moda en uno de los momentos más esperados de la televisión. Por octava vez consecutiva, la idea original, junto con la dirección creativa del estilismo más viral del año, ha corrido a cargo de Josie (42), el estilista que acompaña cada diciembre a Pedroche en esta aventura fashion.
El resultado de esta idea es una prenda cargada de simbología y de «energía humana» a lo que Josie define como una especie de «muro de Berlín textil». Inspirado en los trabajos de Charles Frederic Worth con las crinolinas y en el mensaje del potente reciclaje del legado de Miguel Adrover. «Siempre me inspira este genio español, pero esta vez ha sido determinante su colección primavera 2003, que tras 20 años ha vuelto a mí para poder rematar todo el estilismo de estas campanadas», sostiene Josie.
El afamado y televisivo estilista ha contado con la ayuda de sus amigos, el diseñador Íñigo Garaizabal y el escultor Jacinto de Manuel para el diseño de este proyecto. El diseño está compuesto por tres piezas. Una capa, una falda, y una pieza interior de arte figurativo. La famosa pieza de confección se trata de un abrigo de tres paneles desmontables confeccionado al bies y en patchwork con piezas de tela provenientes de las tiendas de campaña que ACNUR ofrece como refugio en diferentes lugares del mundo.
La tienda utilizada para este diseño es la estándar utilizada en los campos de refugiados por ACNUR, adecuada para una familia de cinco personas, diseñada por especialistas en refugios, para climas cálidos y templados y con un espacio adicional para climas fríos.
La conversión de la tienda de campaña es una capa de seis metros cuadrados que cuenta con un esqueleto interno de ballenas aportando un amorfo e interesante volumen en forma de globo terráqueo que se cierra con ojales de acero y un cordón de algodón reciclado.
Su complicado patronaje ha corrido a cargo de Íñigo Garaizabal, un joven diseñador que en palabras de Josie describe como «el diseñador más interesante del panorama emergente gracias a su talento, siendo un lujo poder contar con él para estas campanadas porque le auguro el más brillante de los futuros».
De Garaizabal Studio también es la falda espiral de tul de seda que en el interior acompaña a la paloma de la paz creada por el escultor Jacinto de Manuel, una pieza realizada en pasta de papel reciclado con periódicos del año pasado y esmaltada posteriormente en color blanco. De este modo, las malas noticias se convierten en una paloma de la paz cuyas alas ascendentes abrazan a la presentadora y en cuyo pico lleva una rama de olivo de bronce dorado.
El artista se ha encargado también de pintar los antebrazos de la presentadora de blanco como símbolo de la paz, representado el rechazo hacia la violencia y suponiendo el primer body painting que se ha realizado para las campanadas de Antena 3.
El abrigo está customizado por más de 75 personas refugiadas provenientes de 10 países diferentes con conflictos políticos, sociales o bélicos, que se han visto obligadas a huir a causa de la guerra, la violencia y la persecución, convirtiéndose en refugiadas. Para este 2023 han tenido la oportunidad de reflejar en esta capa sus testimonios y deseos.
En este proceso de customización del abrigo han participado personas refugiadas residentes en los Centros de Acogida de Refugiados de Alcobendas y Vallecas, así como otras personas refugiadas que colaboran habitualmente con ACNUR.
Sin duda, la creación de esta confección es una obra de arte que utiliza el poder de la moda para reivindicar los derechos humanos en un momento tan importante, como es el comienzo del año y a través de la simbología que han conseguido plasmar Iñigo Garaizabal y Jacinto de Manuel junto con los testimonios de los refugiados.
Por ello, Cristina Pedroche, durante su aparición en Antena 3 este mágico 31 de diciembre de 2022, ha asegurado que su deseo para el Nuevo Año es que «ojalá que este año desaparezcan las guerras y los conflictos. Que nadie tenga que huir. Que todos podamos ser libres y decidir. Tenemos la responsabilidad de hacer de este un mundo mejor para dejárselo a los que vengan».