“Te das cuenta que hacerlo bien es caro y a la gente no nos gusta lo caro. Pero no hay otra. Para que nuestro impacto medioambiental sea el mínimo, debemos trabajar con tejidos sostenibles y fabricar en España, aunque esto signifique tener un precio más alto”, reivindica Verónica Sánchez. Una mujer que siempre ha luchado por las injusticias y que se ha ganado su reconocimiento y respeto en redes con la cuenta Oh Mamy Blue siendo de las primeras lesbianas en mostrar su vida como familia de dos mamás.
“Siempre me gustó el mundo de la moda, pero no sabía bien cómo empezar ni por dónde. Al principio me dio miedo, por no conocer el mundo: miedo al fracaso, que no saliese como yo imaginaba. A la gente le gusta lo conocido y tenemos grandes marcas que llevan muchísimo tiempo en esto. Encontrar un hueco en este mundo es realmente difícil, pero aquí estamos dos años después”, explica Sánchez a ENCLAVE ODS.
Ya lleva cuatro colecciones a sus espaldas. “Trabajamos con proveedores españoles e intentamos que todos nuestros tejidos sean lo más respetuosos con el medioambiente posible». «Debo decir que actualmente la oferta es mucho mayor porque parece que, afortunadamente, la sostenibilidad se ha convertido en un must have en el mundo textil, pero recuerdo que la primera colección (que empezamos a crear un año antes de la pandemia) fue una locura».
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«No era fácil encontrar tejidos sostenibles con los que trabajar, que se adaptasen a nuestra colección y no se dispararan mucho de precio», rememora.
Desde la primera colección, Sánchez ha buscado ser muy inclusiva en el tallaje, pero no es un tema fácil. “Todo lo que tiene que ver con el cuerpo de las personas es un tema muy delicado. Tenemos tantas personas que nos piden que ampliemos talla por arriba, como por abajo. Un poco complicado para una marca pequeña como la nuestra, pero intentamos ser lo más inclusivos posible. Los diseños están pensados para que queden bien, tengas el cuerpo que tengas y son para todos. Te los puedes poner estando embarazada y no, porque son tetafriendly y sin etiquetas”.
La moda habla y el mensaje es importante en un momento en que la oferta es tan exageradamente grande. “Cuando una persona te elige, en primer lugar, es un privilegio, pero además lo que queremos es que comunique algo. Que sienta que cuando está llevando nuestra ropa ya está diciendo algo ¿sabes?».
«En nuestra mente nos imaginamos ese momento en que se cruzan dos personas por la calle vestidas con la marca y se miran y sonríen porque saben que comparten mucho más que el gusto por ropa, comparten valores. Igual que cuando los moteros se cruzan en la carretera y se saludan, simplemente por ser moteros, nos gusta pensar que las personas que eligen yosoLOVEoamor se sienten parte de una comunidad”.
El packaging también dice mucho. “Sobrio, pero bonito. Nos decantamos por intentar generar el mínimo número de residuos y eso se traduce en una caja de cartón reciclada con nuestro nombre y nada más. Es simple, pero en realidad no necesitamos más. La ropa está protegida, llega en buenas condiciones y eso es lo importante”.
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Si compramos ‘yo solo veo amor’, estamos ayudando a alguien. “Desde del lanzamiento colaboramos con la Fundación del Dr. Iván Mañero en la lucha contra la mutilación genital femenina en Guinea Bissau, dónde lamentablemente aún no está prohibida esta práctica. Erradicar la pobreza y educar a los más vulnerables es una labor súper importante y que están llevando a cabo con éxito y mucho esfuerzo en esa zona».
«También cuando compras YosoLOVEoamor estás apoyando al comercio local, y con ello la generación de empleos dignos en nuestro país. Así que rotundamente sí, al comprar YosoLOVEoamor ayudas y mucho”.
Si te concedieran tres deseos para la marca. ¿Qué pedirías?
Pregunta difícil, pero creo que pediría un cambio en el consumo actual de la moda, porque no podemos seguir con el rumbo que llevamos. Me gustaría un cambio de chip y que la gente valorase la calidad. Que sean más críticos con la procedencia de los tejidos y por dónde se fabrica la ropa que usan. Que prime tener piezas únicas y duraderas a piezas de un solo uso.