1672536035 asi es el nuevo metodo para vivir en el espacio

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Vivir en el espacio tal vez no sea una decisión solo de ricos. Así es, permitirse el lujo de experimentar una vida más allá de la Tierra puede que no sea exclusivo para Jeff Bezos, Elon Musk y los pocos privilegiados que tengan la fortuna —económica, también— de viajar en alguna de sus naves. Y es que si hace unos días la NASA daba a conocer más información acerca de los primeros habitantes en la Luna, ahora un grupo de investigadores ha descubierto el método para convertir cualquier asteroide en un lugar habitable.

El punto de partida del equipo de científicos de la Universidad de Rochester (UR) estaba bien claro: construir un hogar en el espacio del tamaño de una ciudad. Y no solo eso, sino que los habitantes no tuvieran por qué volver a la Tierra en búsqueda de necesidades.

Así, los investigadores calcularon que de un asteroide de 300 metros se podría obtener una superficie habitable de 56,9 kilómetros cuadrados. Para que se haga una idea, son unas dimensiones que en España vendría a ser cinco veces Cádiz o la mitad de la superficie de Barcelona.

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Los resultados de la investigación, que se han publicado en la revista Frontiers in Astronomy and Space, demuestran que es posible hacerse con un viaje solo de ida para alguno de los más de 10.000 asteroides que se conocen hasta la fecha.

Sin embargo, no se podrá elegir entre todos ellos, pues no todos los asteroides presentan las características exigidas para llevar a cabo este método en el que ha participado el catedrático de Física y Astronomía de la UR y coautor de este trabajo, Adam Frank: «Los asteroides pueden ser un camino más rápido, barato y eficaz para conseguir la primera ciudad espacial«.

Cómo habitar un asteroide

Como si se tratase de una casa en la Tierra, los investigadores encontraron ciertos problemas de habitabilidad en algunos asteroides. Esto se debe a que no suelen ser lo bastante grandes como para proporcionar una cantidad útil de gravedad. Así, la gravedad cero o baja provoca a veces dificultades en la salud de aquellos astronautas que están un tiempo considerable en el espacio.

De hecho, el equipo de científicos tuvo que fijarse un tope por debajo para evitar este tipo de problemas. La cantidad elegida sería la de 0,3 gramos de gravedad, como mínimo. Si se compara, por ejemplo, con Marte, se trata de un tercio menos de lo que se obtendría viviendo en el planeta rojo. 

Ahora bien, los 0,3 gramos no se encuentran en los asteroides como quien espera encontrarse una vivienda amueblada cuando la visita. Para crear la gravedad sería necesario ahuecar el asteroide y hacerlo girar. Es el mismo movimiento que realiza un anillo gravitatorio.


Voyager Station utiliza un anillo gravitatorio para su funcionamiento.

Orbital Assembly

Omicrono

De esta forma, utilizando la fuerza centrífuga se podría crear la cantidad útil de gravedad que han establecido los científicos para poder vivir. Sin luz, eso sí, pues no hay que olvidar que se trata de un asteroide.

La roca, que ejercería como pared, también serviría para proteger a sus habitantes ante cualquier radiación espacial. Aunque para ello el asteroide debería estar compuesto de roca sólida y con una gran resistencia a la tracción.

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Sin embargo, la mayoría de los asteroides del sistema solar no están hechos de roca sólida, por lo que encontraron problemas en este sentido. Y es que si se hiciera girar uno de estos asteroides, el suelo que se crearía saldría despedido hacia el espacio, ya que los investigadores han descubierto que gran parte de su composición no deja de ser pequeñas y grandes rocas que se han unido débilmente por su propia gravedad mutua.

Para cuándo la mudanza

Un problema, una solución. Esta pareció ser la mentalidad que tuvo el autor principal de este estudio y doctorando de la UR, Peter Miklavčič, cuando se encontró ante la escasa fortaleza de la mayoría de los asteroides. Así, si el fallo estaba en que la basura espacial saldría desprendida, bastará con fabricar un envoltorio más grande que el propio asteroide.

Esta bolsa cilíndrica estaría hecha de una malla de nanotubos de carbono flexible. «Será ligera en relación con la masa de la basura del asteroide. Pero lo bastante resistente como para mantenerlo todo unido», explica Miklavčič.

Sobre la teoría —además de que resulta difícil de ver para quien no esté familiarizado—, parece un método prácticamente perfecto. Aunque este grupo de científicos no solo ha propuesto la idea, sino que también ha tomado al asteroide Bennu como ‘conejo de indias’.

Imagen del asteroide Bennu.


Imagen del asteroide Bennu.

NASA

Omicrono

Al tener un radio de unos 300 metros, la malla de nanofibras deberá tener un radio de hasta 3 kilómetros. ¿Por qué tanta diferencia? Pues bien, una vez se tensara el envoltorio, se formaría una capa de suelo rocoso de casi 2 metros de profundidad.

Una vez conocido todo el proceso, la pregunta que surge no es otra que la siguiente: ¿Cuándo se podría vivir en un asteroide? Si se toma a Bennu como referencia, el asteroide alcanzaría la velocidad necesaria para una gravedad artificial útil «en unos pocos meses».

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Sin embargo, los propios autores son conscientes de que este tipo de viviendas no existirán en un futuro cercano. «Nadie construirá ciudades en asteroides a corto plazo«, lamenta Frank. Aunque —tratando de ser un poco más optimista— pone como ejemplo que en 1900 no había ninguna persona que hubiera volado en un avión. Por tanto, las ciudades espaciales tal vez no sean una cuestión solo de ricos ni de un futuro lejano.

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